Hace unos días, mientras
contemplábamos juntos el anochecer frente al mar, mi hijo de 8 años,
absorto ante la escena, se quedó pensativo
y dijo:
El Sol.
Desapareciendo
por el horizonte,
en su cama de
sábanas húmedas
que la Luna le
prepara.
Ante mi cara de asombro y rendido enamoramiento, mi hijo alegó:
En realidad,
mamá, no es más que una mezcla de fantasía y astronomía, puesto
que la Luna es la responsable de las mareas del mar.
Salvador, en Marzo de 2004 |
Ay que te lo comes! Sin palabras que me ha dejado tu gafotas...
ResponderEliminarTu niño es genial
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