Hace unos días estaba en la peluquería poniéndome pelirroja cuando escuché a mi lado una conversación, nada extraña ni especial en un pueblo sevillano en mayo:
“-Mi niña vendrá el sábado, después de confesarse.”
Como ya he dicho, esta declaración de intenciones no tiene nada de especial. Es común y lo ha sido durante muchísimo tiempo. Se trataba de una niña que hacía su primera comunión y que iría a peinarse a la peluquería después de confesar sus pecados (¡madre mía!) al cura de la parroquia. Pero ese día, no sé si por efecto del olor del tinte o probablemente porque acababa de dejar a mis hijos en el cole y aún conservaba el calor de sus besos en la mejilla, saltaron dentro de mí todas las alarmas. Consciente de que aquella señora (y sí, esto es un prejuicio) no iba a entender mis razonamientos, pues parecía absolutamente convencida de su educación judeo-cristiana, me puse a tuitear cómo si no hubiese mañana.
¿¿¿Qué pecados puede tener un niño de 9 años???
Nunca antes, posiblemente porque no tenía hijos, me había parado a pensar en lo inquietante y peligroso que es el acto de confesión de los “pecados” de un menor indefenso con un adulto que no tiene ninguna formación específica para tratar con nuestros hijos, pero que sí desde el miedo al castigo divino, goza de una posición de poder sobre el niño. Un adulto que su ideología ha castrado y que, como es natural porque el sexo es una necesidad vital, almacena una ingente cantidad de necesidades sexuales reprimidas.
Si a esto añadimos la cantidad de casos denunciados de violación de menores por parte de algunos miembros de esta secta, de verdad,
¿¿no os da pánico a los padres, familias, tutores dejar a vuestro niño de 9 años a solas con él y con la coartada del secreto de confesión??
Y nuestras leyes, ¿no dicen nada al respecto? ¿Protegemos a los niños de las redes sociales porque pueden entrar en contacto con gente a distancia y los dejamos estar a solas, contando sus intimidades a adultos que tienen poder sobre ellos? ¿No debería ser ilegal? ¿No debería hacerse delante de un tutor legal mayor de edad?
¿Os imagináis a vuestro niño de 9 años confesando que se ha tocado, que es lo más normal y deseable en la fase de descubrimiento sexual, a un adulto a solas, que le va a reprimir o asustar por ello? ¿Qué pasa si ese adulto le amenaza con un castigo divino por contar algo que ocurrió durante la confesión a sus padres?
Son vuestros hijos, son niños, son inocentes, son maravillosos, están llenos de vida por moldear, no pueden, no saben “pecar”, ¿cómo podéis hacerles pasar por eso? Y sobre todo, ¿para qué?
Sinceramente pienso que las familias deberían oponerse a esa exhibición de la intimidad de sus niños y que las leyes de nuestro país deberían
PROHIBIR LA CONFESIÓN DE MENORES DE EDAD, COMO PARTE DE LA PROTECCIÓN DE LA INTIMIDAD Y LA INTEGRIDAD FÍSICA Y MENTAL DE LOS MISMOS, así como la pertenencia a grupos ideológicos antes de su mayoría de edad.
Yo también hice la comunión, mi madre y mi padre no tenían tiempo de pensar tanto como yo, pues se deslomaban para darme una educación y unos estudios que ahora me permiten a mí pensar tanto. Yo sí hice la comunión, con un vestido heredado feísimo, por cierto. Y la confirmación. Y canté en el coro de mi parroquia hasta muy entrada mi adolescencia. No recuerdo ningún tocamiento indecoroso por parte del cura, ni de ninguno de los catequistas o compañeros del coro, pero hay algo que no olvido. Cuando me “preparaban” para la confirmación de mi fe en Cristo (con 11 ó 12 años, porque esta gente tiene la santa costumbre de hacerlo todo antes de la mayoría de edad) empezaba a dudar ya un poco de todo este chiringuito y le espeté al catequista, misógino donde los hubiera (entonces no conocía esa palabra, que conste) que eso del infierno era un rollo, con el diablo, el fuego y tal. Entonces, con los ojos inyectados en ira, fijos y amenazantes sobre mí (una niña, gordita y gafotas) y con una cara de absoluto desprecio me explicó que eso no era el infierno, que el infierno consistía en que “pasabas” a otra dimensión, donde nadie te veía, pero desde donde tú podías ver cómo tus seres queridos se iban olvidando de ti, te sustituían, hablaban mal de tu recuerdo, se burlaban de tus sentimientos, contaban tus secretos...
No recuerdo cuál fue mi reacción en ese momento, podría novelarla pero mentiría. Lo que sí recuerdo son escenas en la cama de mis padres, a media noche, acostada en una esquina, junto a mi madre que me acariciaba el pelo y me decía:
“-No seas tonta, yo te voy a querer siempre y tus hermanos también. No vayas más a esa catequésis, bonita.”
Pero yo me quedada dormida pensando que no podía dejar de ir, por si acaso. Aún no entiendo la maldad que puede inducir a un hombre joven a asustar así a un niña, simplemente por controlar sus impulsos críticos con la fuerza del miedo.
Afortunadamente, en 3º de BUP, lo que ahora sería 1º de Bachiller, mi profesor de filosofía, Antonio Hurtado (otro amigo al que no he vuelto a ver), me llevó de la mano en mis primeros pasos por el mundo del pensamiento crítico que desembocó en mi condición actual de atea y escéptica. Fue él también quien, un año más tarde, me ayudó a decidir en qué titulación universitaria matricularme. Yo dudaba entonces entre dos: filosofía y matemáticas.
“-Matemáticas, Clari, no lo dudes. Puedes seguir pensando y haciendo filosofía siempre, pero estaría bien que encontrases trabajo.”
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Gran reflexión Clara. Creo que algo así debería ser de obligada lectura para muchos padres y madres... Un saludo! ;)
ResponderEliminarYo no buscaria cosas raras la verdad. La gente deja el crio con el cura, porque confia en el cura. igual que lo deja con el maestro (que tambien los hay raritos..) o con el Tio (que tambien.). Es cuestión de confianza.
ResponderEliminarMe parece una opinión muy respetable pero no por eso llena de prejuicios y lugares comunes.
ResponderEliminar"Prohibir la confesión de menores de edad, como parte de la protección de la intimidad y la integridad física y mental de los mismos, así como la pertenencia a grupos ideológicos antes de su mayoría de edad". De verdad que no se puede ser tan simple, sólo de leerlo me ha dado vergüenza ajena.
Un saludo.
No tengo hijos (por favor, aún no!) y nunca me he parado a pensarlo fríamente. Pero nunca me gustó eso de tener que contarle a un señor, la mayoría de las veces que ni conocía, las cosas "malas" que hacía. A decir verdad, aunque me queme por la eternidad, no recuerdo ninguna vez en que llegase a ser sincero del todo.
ResponderEliminarAnalizado, me parecería perfecto que se prohibiera en menores o al menos (prohibir no me gusta) que no se incitara y obligara a hacerlo.
Y por último de acuerdo con la asignatura de filosofía. Es de las que te pueden cambiar la vida y sentar base de muchas cosas. Lo dice uno que la tuvo hace 1-2 años, pienso que aún me queda bastante utilidad por encontrarle. :)
Fantástico Clara: De acuerdo en absoluto, yo a mis hijos no los he bautizado por si acaso, además he vivido en primera persona el horror de quien padeció abusos infantiles por parte de asquerosos curas. No hay palabras para eso. Y sí es cuestión de confianza por eso seguimos confiando en poder hablar con los niños y explicarles en qué consisten los abusos, que hay personas adultas que abusan y en las que confías, puede ser un padre, un tío, un entrenador, un vecino y un cura...así que no es cuestión de confianza sino de información y transparencia. Ya está bien de tapar y condescender con tanta hipocresía
ResponderEliminar@Javier García
ResponderEliminarNo sé en que basas tu juicio sobre la simpleza, pero gracias por leer la entrada.
@Carlos Lobato
ResponderEliminarGracias, Carlos, a veces la inercia mueve demasiadas cosas...
@Sloy
ResponderEliminarTranquilo, no te quemarás :) Gracias por tu comentario!
Sería demasiada casualidad, pero mi abuelo se llamaba Antonio Hurtado y había estudiado Filosofía. No sé si en algún momento fue profesor, pero le pegaría. Vivía en Madrid.
ResponderEliminar@Anónimo
ResponderEliminarPero hay que ser más prudentes con los niños.
Es interesante dicha restriccion. Pero en las clases de ética en los colegios igual también debería asistir un padre/tutor para supervisa las consecuencias en sus palabras. Y ya que estamos porque no estar presentes en cualquier tipo de actividad del menor hasta con cualquier otro menor que pueda contaminar no sólo verbalmente sino también físicamente. La actualidad social ha cambiado y es un hecho, el catolicismo no ha evolucionado y ha cometido errores, pero no hay que confundir términos y hemenos extrapolarlos sin una comparación y conocimiento general previo ya q ese riesgo lo tendrá de la misma manera con un psicologo, con los profesores, hermanos, tios, primos, abuelos, padres, desconocidos... Y si adviertes cualquier tipo de abuso desde siempre podras poner una denuncia en cualquier comisaría... otra cosa es que no te guste el catolicismo. Solución: no les lleves a catequesis.
ResponderEliminarBueno, yo me hice ateo antes de estudiar filosofía, en 1º de BUP. Y luego he estudiado filosofía y siempre he tenido trabajo. No he estado desempleado ni un solo día de mi vida.
ResponderEliminarPara infierno, la vida del catequista de tu confirmación. Hay que tener una vida muy amarga para hablarle así a una niña. Es digno de compasión.
Me ha gustado leerte. Un saludo desde Murcia.
No sé si podré contestar a todos los comentarios, por falta de tiempo, pero sí que los he moderado, porque no quiero servir de descarga a mentes enfermas que no tienen dinero para ir al psicólogo o no tienen amigos.
ResponderEliminarMe parece que el debate es necesario e interesante y publicaré todos los comentarios, a favor y en contra, que estén razonados sobre este asunto y no aquellos que se valgan de insultos y/o descalificaciones.
Gracias a todos por pasar por aquí.
Me parece muy acertada tu entrada. Felicidades por la exposición. Coincide con mi forma de pensar ya que es una exposición natural de como deben ser las cosas, independientemente de la creencia o no en Dios, de la relación con la Iglesia que se tenga, etc.
ResponderEliminarSaludos
Antonio
Sloy, pues claro que se debería prohibir, al mismo nivel que ejercer la medicina sin titulación, con pena de cárcel.
ResponderEliminarGENIAL, GENIAL, GENIAL. QUE RAZÓN MADRE MÍA.Para nada exagerado; respeto ante todo, pero la religión comienza a parecer una secta; al menos esta.
ResponderEliminarTanta protección de datos y tanta leche, pero bien pronto se les empieza a comer la cabeza a niños que no son capaces de razonar por ellos mismos. Son demasiado inocentes para entender nada.
Recuerdo como en mi colegio (de monjas) intentaban hacernos ver como la homosexualidad era una enfermedad grave, ya que la Biblia cita que hombre y mujer, nada más. La Biblia dice "Amaos los unos a los otros como yo os he amado" nada, que cada uno entiende lo que quiere y lo que necesita entender.
Y luego se quejan de que no hay vocación. Cuando no parecía un timo, era normal que pensasen así!!!!
Bueno, después de estos momentos de desahogo mental (y escrito) felicitarte por la entrada. Un besico :D
Ayer mi hijo la Comunión y el viernes se confesó y no fué ningún trauma confesarse.Mi hijo me preguntó:"¿Qué tengo que decir?¿Y si no me perdona?"Y le contesté:Tienes que decir todo lo que creas que has hecho mal(deberes, desobedecer, mentiras, enfados,....)Y i lo dices de corazón seguro te perdona.
ResponderEliminarYo no creo que sea nada traumático para un niño, sinó que sí puede serlo para unos padres que no están seguros de lo que su hijo va ha hacer y tengan dudas de dónde lo llevan o la confianza con el cura y catequistas.
Es mi opinión.
Si no te parece un síntoma de estrés que tu hijo te pregunte que que tiene que decir y si no se le perdona entonces no sé que es lo que entiendes por estrés.
EliminarEl razonamiento es de un simplismo absoluto. No, no me da pánico dejar a mi hijo con una persona en quien confío. Sea quien sea, incluso si va a consultar algo a un profesor de universidad. No se tampoco de donde sale que a los 11 o 12 años te preparas para la confirmación, cuando es algo que se celebra cuando el individuo ronda la mayoría de edad y en cualquier caso se le exige, según derecho canonico, ser consciente de sus actos. Y claro, por supuesto que en todos los sitios cuecen habas, pero por esa misma regla de tres deberíamos evitar que los menores tuvieran el más mínimo contacto con cualquier persona con la que pudieran quedarse a solas. ¿O lo fácil es atacar a los que ponen la otra mejilla?
ResponderEliminarEn algún sentido siento decirte que te quedas corta: el trauma comienza antes de la propia comunión al desarrollar en el niño el complejo de culpa, muchas veces por actos totalmente naturales. Después viene todo lo demás que tan bien has expresado. Sinceramente, creo que todos los que de adolescentes hemos estado casi obligados a la confesión, no podemos recordar esta (y sus momentos previos) sino de forma traumática: aún recuerdo a Don José María echando saliva por la comisura de los labios y preguntando siempre por lo mismo.
ResponderEliminarEn cierto sentido creo que ese trauma ya se observa en el hijo de
@silche que dice: "¿Qué tengo que decir?¿Y si no me perdona?".
Gracias Clara por esta reflexión.
No puedo estar mas de acuerdo Clara!! Mira que he crecido en un colegio de curas donde decidí, allá por 2º de BUP, no sin replanteármelo muchas veces durante varios años, mi actual condición de ateo... Me quedé con el hábito de replantearme todas aquellas ideas que acepto personalmente, han hecho de mi gracias al camino de la ciencia además de esa interrogante revolotea en mi cabeza, el ateo escéptico y amigo de los números que soy hoy... Como dice mi sobrino, ¡los números son amigos de mi tito! ;)
ResponderEliminarMuchas gracias por este Déjà vu Clara!!
Es fascinante observar como el dogmatismo y la falta total de pensamiento crítico (a poco que piense, un católico acabará desquiciado ante su propio nivel de hipocresía) hacen que una persona haga peligrar la salud mental y física de sus vástagos.
ResponderEliminarAcusan de simple a la entrada y se dedican a plantear símiles memos como el del profesor de universidad o el adulto a solas: señora, su hijo no le va a contar de sus poluciones al profe, y el cura, reprimido en su sexualidad por una fe caduca y perversa -tanto como todos ustedes, fieles que se dicen católicos y contravienen continuamente sus normas y enseñanzas- va a guiar a la criatura a ese terreno, le guste a usted o no.
Pueden seguir poniéndose la venda cuanto quieran, pero no acusen de simples cuando ustedes son más... voy a callarme.
Magnífico y acertado post, Clara.
@Anónimo
ResponderEliminarTu tío es familia (como dices se confía en él), el maestro enseña y el cura... bueno, el cura manipula. Es lógico que busquemos cosas raras, porque las hay.
Y es cierto que en todos lados hay "raritos" como dices, pero unos lados más que en otros.
Yo aún me acuerdo del día de mi primera confesión: dando vueltas y vueltas a la cabeza, mientras esperaba a que terminaran mis compañeros: ¡buscando qué decirle al cura! Porque, en mi inocencia, no encontraba pecados de los que arrepentirme pero tenía clarísimo que aquel hombre esperaba que los tuviera.
ResponderEliminarEl artículo está lleno de prejuicios y desconocimiento tanto de la religión católica, que tanto criticas, como contra los sacerdotes....
ResponderEliminarCriminalizas totalmente la profesión del sacerdocio en base a prejuicios y conjeturas absurdas, ¿todos los curas son pederastas? No, los hay, pero no todos, ni la confesión es un método para manipular...
Comparas la confesión con el ejercicio de medicina sin licencia, dices que no están preparados, ¿has visto la educación y formación que un sacerdote recibe en los 10 años de estudios?
Has tenido malas experiencias y generalizas y criminalizas a todos los sacerdotas y catequistas, eso habla más mal de ti que de ellos. Prejuicio es ignorancia, las generalizaciones son malas.
@Regiosfera
ResponderEliminarMe parece que no me has entendido o yo no me expliqué bien, yo no generalizo sólo hago un llamamiento a la familia a reflexionar antes de involucrar a menores en según qué circunstancias.
Y, desde luego, lo que afirmo es que ningún niño tiene por qué dar explicaciones de sus comportamientos a un extraño, para ello están sus padres/tutores, o es que los mandamos a la Iglesia para tener menos trabajo en casa.
Por último, no sé cuál es la formación de un sacerdote pero partiendo de una premisa sin base científica alguna, la existencia de alguien al cargo de esto, no me inspira ninguna confianza para atender las necesidades educativas de un menor.
Gracias en cualquier caso por pasar por aquí y dejar tu comentario.
@Clara
ResponderEliminarSí lo entendí, y estoy de acuerdo en que cuestiones y pidas reflexionar a las personas, soy católico, lleve formación presbiteral, y hago lo mismo, cuestionar, preguntar, no vale una fe ignorante, ciega, sin eso, solo es un conjunto de ritos tontos y sin sentido.
Lo que te critico no es tu opinión, faltaba más, sino que en ella, criminalizas y generalizas a todos los sacerdotes y a toda la Iglesia /hablo de la Iglesia, no de El Vaticano/.
Tu no crees en ésto y no le ves sentido la confesión, pefecto. Para quien cree, es importante y no es dar explicaciones a un desconocido, si los padres los llevan, es porque es algo consentido y con conocimiento de causa. Eso sí, el secreto de confesión ata al sacerdote, no al feligrés, así que si hace o dice algo extraño, se debe ir a las autoridades.
¿Qué cosa confiesa un niño de 10 años o menos? Cosas muy sencillitas, cuando daba catequesis un niño dijo que se quería confesar porque no quiso ir por el pan cuando su madre la mandó, otro porque no hizo la tarea. No es darles sentimiento de culpa, el objetivo es enseñarles, de acuerdo a la fe, lo que es correcto o no.
Estoy de acuerdo en que muchos catequistas y sacerdotes son de la vieja guardia, pero eso no quiere decir que sean así todos.
Si mi Ford Scorpio tiene una falla en la dirección, y el del vecino también, no es válido decir: "todos los scorpio son una mierda".
Este artículo está escrito desde la contrariedad a la Iglesia, y como tal, está claro que no vas a decir nada a favor de la misma, se ve venir desde las primeras líneas.
ResponderEliminarEn España no se puede prohibir la confesión, ni de menores ni de incapacitados, porque tenemos consagrado en nuestra Constitución el derecho a la libertad religiosa, que ampara todos los ritos o celebraciones religiosas.
No se puede pensar que un cura o sacerdote va a utilizar en contra de un niño lo que haya confesado; si pensamos así sobre todas las personas con las que podemos tener relación, acabaríamos encerrados en casa sin salir.
Y tampoco podemos pensar que por ser cura va a estar deseando la sexualidad reprimida que tiene.
A un niño lo puede coaccionar, tanto un cura como su padre o su madre, o su propio profesor, y no por ello (con base en la subjetividad) le podemos suprimir o limitar todas esas libertades que tiene.
Saludos!
No soy católica, aunque si que me muevo en un círculo de gente que lo es. No se si es porque estudié en colegios de curas, rodeada de curas por doquier, o porque no soy madre (soy bastante joven para serlo) pero, considero que puede ser un tanto alarmista esta cuestión.
ResponderEliminarLo que si pienso, es que a un niño no se le deberian inculcar ese tipo de valores, si no que el mismo decidiera dado el momento, ejercer la religión que realmente le convenza, por lo que si debería haber cierta protección en ese aspecto.
Por último, si creo que se ha podido generalizar un poco con el tema de los curas pederastas...no se debe dejar a un crio pequeño solo con un desconocido, cura o no... gente mala hay en todas partes.
@Clara
ResponderEliminarEs evidente que si
@Regiosfera
ha leído la entrada, lo ha hecho con demasiados prejuicios. Menciona muchas cosas que tú no dices en tu entrada y que supone que tú piensas.
Todo su comentario es una prueba de como el dogmatismo nos nubla el entendimiento:
No he visto que en ningún punto de la entrada se compare la confesión con el ejercicio de la medicina sin licencia.
No se crítica la religión católica, ni toda la labor de los sacerdotes (cosa que se podría hacer), sino el hecho de que se desarrolle ese sentimiento de culpa en niños por cosas naturales y que se le otorgue ese poder de manipular y controlar a cualquier tipo de persona (y peor aún a un tipo específico de personas que por razones de sus renuncias a cosas naturales están muy sesgadas y que van a intentar desarrollar un sentimiento de culpa en los jóvenes).
Yo me crié en un colegio religioso y siempre que me tocaba confesarme me preguntaba por qué tenía que decirle a nadie lo que yo hacía o dejaba de hacer.
ResponderEliminarAl principio empecé a no decirlo todo, era mi vida y a nadie le importaba si lo que hacía era bueno o malo y luego cuando crecí decidí "pasar al ataque" e inventarme las cosas que le decía o simplemente plantearle preguntas algo complicadas (lo que me demostró que cuánto más difícil es la pregunta más banal es su respuesta).
Personalmente no estoy nada de acuerdo en imponer a un niño una religión y mucho menos en dejar que quien "guíe" a un niño sea un sacerdote/rabino/imán/pastafari.
Un saludo y enhorabuena por el post
Creo compartimos un pensamiento claro:
ResponderEliminarPROHIBIR LA CONFESIÓN DE MENORES DE EDAD, COMO PARTE DE LA PROTECCIÓN DE LA INTIMIDAD Y LA INTEGRIDAD FÍSICA Y MENTAL DE LOS MISMOS, así como la pertenencia a grupos ideológicos antes de su mayoría de edad.
Gracias por compartir tu experiencia y reflexiones.
Buenos días Clara.
ResponderEliminarEntiendo perfectamente tus temores. Te animo a que protejas a tus hijos frente a cualquier peligro, ahora y siempre. :)
Respecto a tu artículo, esta enfocado desde tu punto de vista y experiencia. Se puede leer entre líneas un resentimiento hacia la iglesia en general.
Resentimiento que yo tengo tambien. No porque sea o no cristiano. Tengo cultura cristiana y como todo hijo he ido a catequesis/comunión, etc. Y ya de mayor he visto caer algunos conceptos que se aguantaban con hilos, sintiendome traicionado, engañado y manipulado.
Estoy totalmente de acuerdo en el planteamiento de proteger a los menores en la confesión. No hay discusión alguna. Tus argumentos son claros.
Por otra parte quisiera defender la cultura cristiana. Cuidado con esas palabras que pueden ser malinterpretadas. Es cierto que hay gente dentro de la iglesia (que no el cristianismo) merecen la muerte, pero no por eso hay que confundir iglesia con cristiano.
Y mas sabiendo que los valores, moral y libertades que defendemos y tenemos, son cristianos.
Ánimo Clara.
Gran post. Para incentivar a la gente a que piensen mas voy a proponer que en las tapas de los yogures en lugar de poner "siga buscando" ahora ponga "Siga pensando, gracias" xD
ResponderEliminarEl cura que confesó a mi novia en Ecuador se masturbaba en el confesionario mientras ella le hablaba.
ResponderEliminarMuy interesante, pero creo que con lo que hay que acabar no es con la confesión de los niños, sino con los PECADOS de todos.
ResponderEliminarHablando de pensar más... es cierto que los curas inculcan la cultura del miedo, pero no puedes negar que utilizas la mísma técnica en tu redacción.
ResponderEliminarCiertamente la religión (todas ellas) es un método de control social y moral obsoleto, que tubo su lógica y razón de ser en tiempos pretéritos. Digna por méritos propios de ser erradicada de nuestra sociedad. Igual que en la política, el seno de la iglesia es un nido de corrupción e influencias.
Simplemente, si no quieres que tus hijos se confiesen con un sacerdote Católico, pues no le lleves a la iglesia, no le OBLIGUES a hacer la primera comunión por costumbre social...
ResponderEliminarHola, pienso que lo que hay que hacer es enseñar al niño a pensar con lógica desde pequeñito. Yo desde bien pequeña nunca conté al confesor mis " verdaderos" pecados ni si me tocaba o no. Eso era cosa mía y solo mía y entendía que no era pecado porque no hacía daño a nadie. Al cura le contaba que había mentido, peleado con mi hermano, desobedecido...chorradas...Un niño preparado no pica, y menos se traumatiza por eso.Y soy atea, pero no tengo ningún resentimiento ni trauma. Es una tradición y punto.
ResponderEliminarPues yo aun considerandome ateo no tengo ningun recuerdo malo de la catequesis ni de los colegios de monjas y curas.
ResponderEliminarEso si desde pequeño fui critico y nunca me he creido nada que me digan porque si, sin justificacion alguna. A mi que me demuestren primero que eso es cierto, porque me es imposible creer ciegamente en algo.
Por lo demas, no tengo problema en saludar a dicha gente que me intento inculcar un pensamiento siempre que me hayan respetado como persona.
P.D. cuando tenga hijos tengo bien claro que no les obligare en creer en algo o no, simplemente que sean criticos y saquen sus propias conclusiones, que algo se les dio en cerebro.
hombre, lo del blog ya me parece un pelín exagerado, yo no voy a juzgar los pecados de un niño de 9 años(he trabajado con niños mucho tiempo y algunos son unos hijos de puta q te lo fliparias) puesto que yo no soy quien, tampoco creo q lo sea un cura o al menos desde luego la mayoría, yo soy Cristiana, pero cada vez menos Católica.. pero si nos parasemos siempre a pensar en el caso este extremo de la confesión, tendríamos q tener un tutor para acompañar a nuestros hijos al colegio, dentista..... clases particulares, de piano, cada vez q se suba al ascensor, que se quede solo/a con su tio, primo, padre.. creo q nadie desafortunadamente puede evitar que algo tan horrible le pase a un ser querido, independientemente de las creencias, trabajo o "represiones sexuales" violadores, pederastas los hay a miles y tocan TODOS los campos..
ResponderEliminarAcertada reflexión. Ojalá más padres se hagan las mismas preguntas.
ResponderEliminarTienes mucha razón. Yo al hacer la comunión no tuve que confesarme "como tal" antes, sólo escribir en un papel mi pecado y lo echábamos roto en una cestita o algo así, que ahora pienso que fue bastante razonable. Pero ya de por sí me costó encontrar un pecaso, mucho... Y lo que dices, confesarse con el cura, ya... en fin, sin palabras.
ResponderEliminarHola Clara, entiendo tu preocupación respecto al tema, pero en mi modesta opinión creo que extremizas.
ResponderEliminarEn primer lugar, creo que el tema de abusos por parte de sacerdotes se está empezando a exagerar. Es cierto que los hay y merecen que TODO el peso de la ley caiga sobre ellos. Pero en mi vida he conocido a bastantes (por no decir muchos) y de ninguno de ellos he tenido noticias de que abusaran, ni su comportamiento conmigo (los que he conocido cuando era niño) me ha incitado a que fueran pederastas. Estamos generalizando el sacerdote == pederasta y creo que eso no es justo para muchos sacerdotes que realizan una labor más que digna. Es como decir que los alemanes son todos unos borrachos de la cerveza. Seguro que no es verdad.
También es cierto que el trato que se les da hoy día a los niños respecto a la confesión es diferente del que se daba antes. El tema ha cambiado mucho en 20 años. Hace poco estuve charlando con un sacerdote del tema, y él me comentaba que la confesión no era algo a lo que ir con miedo, ni con vergüenza. Una parte fundamental de la confesión es que te perdones a ti mismo. Supongo que ahora mismo estarás pensando "Qué es eso de perdonarse a si mismo?", hay veces que nos cuesta superar algo que hayamos hecho mal (imagina por ejemplo que has tenido un accidente de coche y ha muerto alguien), pues hay personas que el hecho de confesarse con Dios (porque te confiesas con Dios no con tu cura, el cura solo es alguien que te aconseja) les ayuda a perdonarse a si mismos. Eso ya depende de la fe que tenga cada uno.
Por supuesto lamento que tuvieras a ese impresentable en tus catequesis de confirmación y yo en tu lugar hubiera dejado de asistir. La religión cristiana se basa en el amor y no en el miedo. Bajo mi humilde opinión esos "mete-miedos" deberían ser apartados de cualquier labor.
Respecto a dejar a mi hijo de nueve años con un cura. Yo a mi hijo el día que lo tenga, cuando tenga 9, 10 o 11 años, no pienso dejarlo a solas con nadie que no conozca. Sea este cura, policia, medico, carpintero, psicologo o lo que quieras. Pero aquí ya entramos en otro asunto que es la responsabilidad que tenga cada uno como padre o madre de su hijo.
Solo añado una cosa más, tener una fe religiosa no implica que uno no acepte el pensamiento crítico y la razón. Pueden ser dos cosas compatibles aunque parezca a primera vista que no. Yo animo a todo el mundo a que piense por si mismo y tenga las conclusiones que quiera, creo que en la diversidad está nuestra mayor riqueza.
Espero haber podido aportar algo.
Un saludo
Anonimo11 =)
Las cosas han cambiado también en la religión, y me consta que gran parte de los curas no harían sentir mal a un crío que cuente que "se ha tocado", de hecho, muchos hablan abiertamente de la naturaleza de esto. Casos degenerados hay en todas las profesiones, pero nos olvidamos que los curas por lo general son personas que basan su fe en la bondad y la caridad.
ResponderEliminarEstá bien ser crítico, pero tampoco creo que haya que desconfiar de toda una profesión o de una práctica religiosa como la confesión, que quien no crea en ella, no tiene porque hacerla. Los padres que no crean en la validez de la confesión, que no lleven a que sus hijos hagan la comunión, por mucho que quieran tener fiestón con sus amigos y poner a su niño bien guapo.
1.- Si la gente conociera un poquito la historia, la Iglesia Católica no tendría a estas alturas más seguidores que los fanáticos, si acaso.
ResponderEliminar2.- Viví aterrorizado buena parte de mi infancia y adolescencia, gracias a la educación católica, con sus continuas amenazas.
3.- No es lo mismo un dentista, un sicólogo, un maestro, un tío, un primo que un cura. El cura te amenaza con un castigo eterno, ¡eterno!, los otros no te amenazan con nada. El cura te tiene en sus manos con sus descripciones de las penas eternas, cosas que están lejísimos del niño, los demás, si son uns golfos, te amenazan con cosas terrenas, mucho más cercanas y concretas, más entendibles para el niño. Incluso en el caso de una violación, no es lo mismo la que comete un cura que las de los demás. A los demás se les denuncia y pueden ir a la cárcel. A los curas los esconden sus superiores.
4.- O ese que tu entrada, Clara, buenísima. Voy a difundirla cuanto pueda.
En la formación de un sacerdote se estudia psicologia evolutiva y psicologia general.
ResponderEliminarEl nivel de profundidad en que se estudia depende del seminario en que curses tus estudios teológicos, pero eso tambien pasa en titulaciones civiles no es lo mismo estudiar en una universidad que en otra, el nivel de aprendizaje del alumnado es distinto y el nivel de exigencia tambien, craso error a mi entender porque la titulación obtenida al final es la misma.
Es cierto los pecados de un niño pequeño son absurdos y de poca importancia, sin embargo el sacramento de la penitencia les ayuda a comprender que errar es humano y la grandeza del amor de Dios que les perdona siempre. Si hay que tener un tutor delante de cada confesión, tambien habrá que tenerlo delante de cada clase en el colegio, me parece absurdo. Quien se acerca al confesionario lo hace voluntariamente, en el caso de los menores por voluntad de los padres, pretender legislar como unos padres deben educar a sus hijos es propio de las dictaduras que tanto gustan a determinadas personas para imponer por métodos coercitivos sus ideas.
De verdad, chica sólo te falta proponer el ingreso preventivo en prisión de todos los curas...que gratuidad y generalización en las democráticas acusaciones. Demonizar, me parece que sobretodo demonizas tu, tienes un mandamientos muy impositivos...
ResponderEliminarNo he podido no resistirme a comentarte en tu entrada del blog, lamentablemente no tengo todo el tiempo que debiera para leerlo tan detenidamente como me gustaría y analizar cada uno de los aspectos que argumentas.
ResponderEliminarPienso que todo lo que dices está justificado, y que los años te han dado la suficiente solvencia como para decicir por uno mismo.
El problema que veo en esta argumentación, basada en la experiencia, radica en un resentimiento hacia una determinada confesión religiosa. Yo no creo que todos los miembros de la Iglesia sea católica, ortodoxa o con cualquier otro matiz sean indecentes, o realicen algún tipo de acto cuan menos despreciable; sinceramente creo que se agranda mucho desde la cúpula periodística pues es un reclamo innegable.
Aun así, yo no veo nada de malo en que un cura confiese a un niño, creo que aquí se "peca" (nuca mejor dicho) de cierta falta de conocimientos acerca de la realización de los ritos sacramentales de la Iglesia, pues para recibir cualquier sacramento,es imprescindible la confesión. Es lógico que si tu quieres participar de una confesión religiosa tengas que cumplir con los requisitos que se te piden.
Aun así no creo que un niño de 9 años (creo que es la edad a la que la toman) vaya a contarle algo desmesurado a un sacerdote, pues a estas edades se intenta potenciar el compañerismo y una visión periférica de lo que es la Iglesia y la figura y lo que Jesús representa para todos los cristianos.
Lo de las edades cuando uno es Menor de Edad, no es del todo cierto pues conozco a gente que se ha bautizado con 31 años. Si se realiza antes de la mayoría de edad será por recomendación de sus padres y ellos son los que han de educar a sus hijos. La pregunta correcta sería ¿Toman la comunión por hacer una celebración y que el niño se sienta importante, o realmente se hace porque la familia cree y ven que eso es bueno?
Otra cosa que me sorprende, apartando el tema de la Iglesia, es el consejo de tus estudios, puede que estuviera acertado, desconozco donde vives, pero lo importante es estudiar lo que a uno le conforta y después si realmente te gusta cada uno encontrará su trabajo por que él mismo lo formará. Esto no es una invención mía es de mi profesora de Antropología Social.
Ya me gustaría pero no puedo contestar uno a uno todos los comentarios, los agradezco todos, eso sí, a favor y en contra.
ResponderEliminarLo que sí deduzco de alguno de ellos es que no se han leído mi entrada porque en ningún momento se ha generalizado nada. O sí se lo han leído y una vez más la deficiente comprensión lectora que azota nuestro sistema educativo asoma entre líneas.
Se trata sólo de cuestionar un ritual de un colectivo religioso que por tradicional no deja de ser cuestionable, sobre todo si involucra a menores.
completamente de acuerdo!
ResponderEliminarGenial reflexión Clara, gracias por hacerla ;)
ResponderEliminarComo anécdota, recuerdo cuando todos mis amigos iban a catequesis y yo me quedaba con el resto de ovejas descarriadas (nótese q es ironia, por favor) y una tarde pregunté a mi padre que porqué no iba yo a catequesis. Aun recuerdo la charla en el primer coche familiar. Aparcó en el primer sitio donde pudo y me preguntó si yo creia en Dios. Era la primera vez que alguien me preguntaba eso, yo era un crío de 9-10 años. Le dije que no sabía. Le dije que mis amigos lo hacían por los regalos (matizo aquí, TODOS lo hacían por eso. Triste.) El dijo q la comunión la haría cuando supiera darle una respuesta.
Unos días despues le dije que no y que pasaba de regalos y celebraciones. Siempre agradeceré a mi padre que me diera a elegir, puede que aún sin ser consciente del todo, pero se me dio la opción que a muchos se les niega.
Espero no haberles aburrido, solo me ha recordado algo que me hace enorgullecerme de mis padres ^^
Muy buena entrada, y cierta como la vida misma.
ResponderEliminartotalmente de acuerdo . Me ha encantado esta reflexión.
ResponderEliminarYo creo que el respeto a cualquier fe ha de ser el punto de partida en cualquier reflexión hacia la misma. Esta entrada lo ha sido.
ResponderEliminarEs cierto que el concepto que se tiene hoy de los curas ha decaído mucho por cuestiones obvias, y que desde mi punto de vista no se han penado debidamente. Pero también hay que saber ver que otros tantos de los que estan ahí sólo quieren profesar una religión de «ama al prójimo como a ti mismo», y eso no tiene nada de malo.
También hay otros fanáticos que ni siquiera comprenden la religión que dicen ser y se hunden en su hipocresía. En definitiva, hay de todo. Esto lo digo sólo por el carácter de algunos comentarios que estoy leyendo, por ambas partes, tanto de ateo-escépticos como de falsos católicos.
Al contrario de lo que leo en la mayoría de estos comentarios, yo era ateo, estudié una carrera científica, me gané la vida dando clases de física, química, metamáticas y no creía en ninguna otra verdad más que la ciencia. Hoy no pienso así,... en definitiva: hay de todo y la fé de cada uno ha de ser respetada.
Lo ideal sería que se entrase en contacto directo con una fe a la mayoría de edad, y hasta entonces, un estudio teórico sería lo más adecuado. Uno tiene que saber qué está aceptando y cómo lo está aceptando.
La pega de hoy en día es que la mayoría de los ritos se realizan por costumbre: sin conocimiento de qué son. No hay una educación base para entenderlos. Ateos se casan por la Iglesia «porque es más bonito», los hijos se bautizan «porque lo hace el vecino», la confirmación se hace «porque la hacen todos los compañeros», y al final... se vuelven ateos porque se dan cuenta de que han estado rito tras rito sin ninguna espiritualidad final, y esa reacción es comprensible.
La solución es dejar que la gebte se acerque a la fe por voluntad propia siendo adulto y con capacidad de decisión, así no hay problemas, incluído el que se plantea en esta entrada.
Es mi opinión personal. Un saludo.
Yo soy católica, y desde mi experiencia te puedo decir que a,mí nunca ningún cura me preguntó nada en confesión, sólo hablaba yo, y luego me perdonaba mis errores en nombre de Jesús, que era mi amigo y me quería tal y como era, con mis virtudes y mis defectos. Nunca jamás me metieron miedo, ni me hablaron del castigo divino, ni sentií ningún tipo de angustia o trauma por portarme mal. Me hablaban de faltas, no de pecados, porque estoy de acuerdo que un nińo, qué pecados va a tener.
ResponderEliminarNunca ningún cura me preguntó sobre mi vida íntima, ni incluso ahora. Los curas no deben preguntar, sólo escuchar.
Los católicos no somos una secta, aunque sí es verdad que hay grupos dentro de la Iglesia que se comportan como tal. Unos padres responsables saben dónde meten a sus hijos, conocen a las personas y los movimientos dentro de la Iglesia, y pueden elegir lo mejor para los nińos. Con los ojos bien abiertos y con reponsabilidad se puede dar una formación católica a los nińos sin problemas como los que comentas, y que, desde luego, esos sí son de pecado mortal.
No es de pensar que no se lleven a los niños a la iglesia, simplemente no hacernos algo que aun no tenemos conciencia para que es o como funciona.... a mi me bautizaron desde niño (Iglesia Católica) y no es que no crea o no me parezca simplemente no estoy en esa iglesia..
ResponderEliminary COMO DICEN ARRIBA MUY BUENA REFLEXION.
VENDICIONES.....
Coincido con cada palabra, con cada coma... Algún día te contaré mi experiencia de confesión... Mi madre fue catequista y me siento orgullosa de ella por enseñar algo más que catecismos. Yo le salí rana, atea, ya ves :)
ResponderEliminarGracias por compartir esto, puede que se abra alguna mente más...
Me bautizaron e hice la comunión sin querer, sin contar con mi opinión. Pude decir que no a la confirmación y gracias a mi escepticismo llevo algo más de 8 años lejos de esa institución.
Gracias, pelirroja :) Palabras como las tuyas siempre me hacen estar orgullosa de pensar como tú y me dan un rayito de esperanza por estos días.
Un besazo enorme.
Me parece ridículo que generalices de esta manera... Porqué un tío que no tenia ni idea y que no se por qué hacía catequesis te dijese esas cosas no significa que todos los creyentes (católicos o no) sean así. Una actitud i visión muy pueril por tu parte... En vez de una profesora pareces una alumna adolescente rebotada con la vida que critica y habla de algo que no tiene ni idea.
ResponderEliminarSerá tu opinión...y esta es la mía.
@Anónimo
ResponderEliminarSinceramente creo que si no oyéramos hablar de religiones ni de dioses en la infancia, si todo eso lo oyéramos por primera vez siendo mayores de edad, nos parecería una tomadura de pelo. Analizadas racionalmente, las religiones no se sostienen. Pero nos las inculcan cuando somos ingenuos, vulnerables, cuando nos creemos cosas como que existen los Reyes Magos o el ratoncito Pérez. Las incorporamos a nuestra vida y después la mayoría de las personas se quedan con ellas, algunas cuestionándolas, otras defendiéndolas sin argumentarlas... Y estamos los que reflexionamos y nos damos cuenta de que los dioses, en realidad, son sólo un invento de los hombres. Así he llegado yo al ateísmo. Legalmente me parece imposible hoy por hoy que se pueda prohibir a los padres inculcar ideas religiosas a sus hijos. Pero los padres sensatos, como tú, Clara, deberían ahorrarles esa comedura de coco.
@mdesantiago1
ResponderEliminarSe ve que no has entendido muy bien la entrada, bien es verdad que por tu ortografía y sintaxis ya se comprueba que tienes problemas con la comunicación escrita y no sé en qué medida merece la penar volver a repetirlo:
En esta entrada no se generaliza, se cuenta una anécdota particular ilustrando un punto de vista, con el que, como puedes comprobar, mucha gente está de acuerdo y este viene a ser (aunque Clara lo ha dicho mucho mejor que yo):
1) en la confesión se pone en manos de un adulto a un niño/joven en posición tremenda de desigualdad.
2) esa posición ha sido utilizada repetidas veces para manipular (muchas veces de forma morbosa) la mente del joven.
3) ese acto puede crear y crea muchas veces traumas, sentimientos de culpa, etcétera en el joven/niño.
A partir de ello, Clara se pregunta si la sociedad no debe proteger a sus elementos más vulnerables ante semejante hecho.
Un breve consejo: intenta no plasmar tanto odio en tus palabras, se nota que detestas hasta el último cura de la iglesia.
ResponderEliminarSin embargo, llamar a todos los curas pederastas es un poco fuerte. Hay curas pederastas y curas que son buenísimas personas.
Espero que el pensamiento de un escéptico agnóstico no te ofenda ;)
Fuí bautizada, hice la primera comunión y con 16 años me confirmé. Tengo dos hijos a los que no he bautizado ni inculcado ningún tipo de creencia religiosa. Y no tengo ningún tipo de trauma de mis años en contacto con la religión católica. Bajo este perfil, me parece antinatural el acto de la confesión con menores: el menor no tiene la madurez necesaria (y posiblemente sí mucho temor) para denunciar, si es que ocurre, algún acto que no le guste, con el que se sienta incómodo, o como queramos llamarlo. Luego se trata de una relación privada, sin control, entre dos personas de muy diferente nivel psicológico.
ResponderEliminarY se me viene a la mente el control que sí realiza el estado español ante el absentismo escolar.
Gracias, Clara, por tu magnífico post.
Mira, para empezar, estoy escribiendo en un blog, no estoy haciendo un trabajo para la universidad ni una tesis doctoral. Por esa razón creo que a uno se le permite una ortografía y sintaxis no muy acurada. Aunque tampoco lo hubieses mencionado si estuviera a favor de lo que dice Clara. Y cómo tú dices, tampoco sé en qué medida debo seguir discutiendo sobre ésta irrespetuosa reflexión.
ResponderEliminarPor lo de generalizar, creo que se da a entender la anécdota como la causa por la que se muestra contraria a la doctrina católica. Sino no entiendo como se puede exagerar y recalcar algunos casos en los que se producen abusos por parte de sacerdotes... Son humanos, y del mismo modo que existen curas que usan el "poder", otros dedican su vida en cuerpo y alma a los demás. Pero sobre estos no se dice nada...
Los padres educarán como quieran a sus hijos. Si éstos quieren enseñarle sus ritos religiosos son libres de hacerlo. Y esa desconfianza hacia los curas no existiria si se les conociera personalmente. De hecho jamás me he confesado con un sacerdote al que no conociera personalmente, aunque tampoco me importaría...
Puedo asegurarte de primera mano, que los sacerdotes y demás religiosos que he conocido han resultado ser unas de las mejores personas que he visto en éste mundo. Evidentemente hay de todo, cómo ese "catequista" que se enfadó con Clara al no ser capaz de explicarle correctamente lo que Jesús y el Evangelio dice sobre el infierno.
Aunque veo que si alguien no se muestra favorable a ésta absurda prohibición le calificais de inculto y analfabeto, cosa que no soy. Lo siento, no soy escritor ni tengo intención de serlo.
Y cómo han comentado más arriba, unos padres responsables sabrían dónde meten a sus hijos, conocerían bien quién y qué les enseñan.
Yo dejaría que fueran los padres quienes decidieran, y punto. Esa es mi opinión.
Espero que mi comunicación escrita sea de tu agrado. Sino, lo siento.
Clara, cuando ayer hablaba de simpleza me refería a lo que Regiosfera ha explicado después perfectamente: prejuicios, desconocimiento y generalización.
ResponderEliminarUn saludo.
Quod gratis affirmatur, gratis negatur.
ResponderEliminar@Carlos Lobato
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el post, no es correcto que los niños revelen información muy personal a desconocidos, ya que les dan las armas a los curas para que los chantajen en el futuro.
Debería ser prohibido que los niños sean obligados a seguir religiones que no quieren, a ir a una iglesia específica o incluso a dar información personal a violadores y pederastas como lo son muchos curas.
Creo que cuando generalizamos perdemos la razón, conozco sacerdotes muy implicados en la labor social, con los pies en la tierra y al lado del desfavorecido y con un gran respeto por la infancia, pero ellos por desgracia no ocupan el tiempo de los medios de comunicación, "no venden noticias".
ResponderEliminarSobre la comunión...¿qué decir? a mi me vistieron de monja, mi ilusión era ir de "repollo" con bien de vuelos y bien de organdí, y encima al cabo de los años me enteré que era "heredado" de una vecina...
Supongo que es un día muy especial para algunos con una gran dosis de manipulación, pero para eso estamos los padres y madres.
Gracias por la reflexión.
tengo dos sobrinas y se que van a pasar por eso y no puedo intervenir "porque es responsabilidad de los padres". las pelotas.
ResponderEliminarse me hiela la sangre de solo pensar que les puede pasar eso. yo me tocaba desde muy pequeña, pero nunca pensé en confesarlo...
yo tambien empece a ser esceptica gracias a mi profe de filosofia!
Impecable, lo cuelgo en mi "feisbus" por que no se como replicarlo en mi blog.
ResponderEliminarLos padres, y no una ley de prohibición, son los que deben impedir la pertenencia a grupos ideológicos antes de la mayoría de edad de sus hijos, tanto políticos, religiosos como filosóficos.
ResponderEliminar¿Acaso podríamos poner una ley que impusiera la libertar? ¿Prohibir no ser libre de pensamiento?
Los valores son muy difíciles de aprender o cambiar.
El escrito ganaría mucho más si fuera hecho desde la presunción de inocencia. Tampoco es necesario plantearse una religión concreta, ninguna ideología debe decir a un menor que está en posesión de toda la verdad, del verdadero Dios.
Enhorabuena por tan interesante planteamiento. Pensamientos como este son gotas de sabiduría que nos eliminarán la sed para siempre.
Clara me gusta mucho tu post y esta claro que estas palabras crean muchas opiniones de todo tipo. Yo no solo creo que a los menores no se les deba dejar confesar, sino que no se deberia "obligar" a ningun menor hacerse de ninguna religion. Por que a los pocos meses de nacer hay que bautizarlos... cuando son totalmente indefensos y no pueden ni opinar se les hace ser y ceer en algo... Se les deberia dejar que ellos, libremente, cuando sean mayores de edad y tengan uso de razon decidan que religion les gusta o si quieren ser ateos.
ResponderEliminarYo no estoy bautizada y por lo tanto no hice la comunion, del bautizo no pude opinar, claro era tan solo un bebe... pero cuando llego la edad en que todas mis compañeras de clase iban ha hacer la comunion, llegaron mis preguntas. Una de esas compañeras, iba diciendo que es que mis padres no tenian dinero para pagarme la comunion y ese gran bestido de princesa con el que todas las niñas a esa edad sueñan... Mi madre me lo esplico tan bien, me dijo mira cariño, yo no quiero obligarte a que seas de un religion o de otra cuando seas mayor de edad eligiras lo que desees y yo estare alli par apoyarte. Pero si quieres yo te compro un bestido de princesa y nos paseamos por todo el barrio para que todo el mundo te vea lo preciosa que estas... Gracias mama por dejarme decidir
No te conozco y hacer un juicio sobre ti, sería no sólo injusto, sino probablemente erróneo. Pero la pregunta
ResponderEliminar"¿no es peligroso q un menor cuente su sexualidad a un castrado?"
creo que acaba con cualquier seriedad en tu argumentación y parece destapar, como mínimo un gran rencor oculto (llamando castrado a una persona que no lo es con una absoluta falta de respeto) y algún tipo de frustración sexual derivada de pensar que con 9 años, un niño lo que tiene que contar es "su sexualidad". Si mal no recuerdo, en mi primera confesión le hablé al cura sólo de mis peleas con mis padres, y con mis amigos del colegio. Por aquel entonces no tenía yo conciencia de pecado y sexualidad.
Creo que son muy acertados los apuntes que hacen de que esto es algo que puede ocurrir con un tío, un entrenador, o un maestro. De hecho, yo que he sido educado en la religión católica, jamás he tenido problemas de ese tipo con curas (y soy consciente de que los hay), pero sí he conocido a un entrenador y un maestro que abusaban de sus pupilos. Afortunadamente, tampoco me tocó a mí. De hecho, hasta lo he vivido de muy de cerca con una señora que cuidaba niños en casas ajenas, y no doy más datos por la privacidad de alguno de esos niños.
Que haya abusos con algún cura, significa que ese cura es un enfermo, y tan enfermo como cualquiera que lo haga (aunque no sea cura), pero si lo juzgamos por cura y no por enfermo, como estás haciendo aquí, dejaremos impunes al resto de gente de la misma calaña.
Tu entrada me parece una más, de esas historias que pretenden "dar leña al clero" ahora que sale gratis, manipulando y sembrando una duda que toma la parte enferma, como el todo de una religión, que como en todos los sectores humanos, tiene sus partes podridas.
Hoy por hoy no hay ninguna obligación de que los padres lleven a los niños a confesar, ni a hacer la Primera Comunión, ni siquiera a que estudien religión en el colegio. Lo cual me parece muy acertado y coherente con la libertad de credo. Pero curiosamente tú, abanderada de libertad, pretendes obligar a las personas que piensan diferente a ti, a que no puedan educar a sus niños según sus creencias. Ole ahí!!! la libertad.
En cambio, no leo, qué curioso, nada en contra de otras religiones con comportamientos no sólo sexistas, sino absolutamente abusadores de la mujer en todos sus aspectos. Pero claro, es que hablar de esas religiones sí que no sale gratis, ¿verdad?.
Contestando a Don ALberto:
ResponderEliminarMi hijo no tienen ningún tipo de trauma como puedes tener tú.Se confesó de forma natural y siempre respetando la verdad y sinceridad de lo que dice.Como madre y a título personal con mi hijo, que me diga la verdad y me explique cosas, es lo más normal en mi casa y fruto de una buena relación de madre e hijo.
Lo que me parece es que estás confundido y enfadado por una triste infancia que seguramente no fue muy agradable .Pero lo que te pasó a tí, no nos pasa a todos.
@Javier García mas que VERGUENZA AJENA ante LA ¿obvia? inconsitencia del articulo deberias intentar generar ganas de ARGUMENTAR con una opinion respetable, RESPETANTE, racional Y "simple"... y minimizando los "prejuicios y lugares comunes" que puedas generar
ResponderEliminarEn primer lugar me gustaría dar las gracias a Clara por haber propiciado tan interesante debate. me gustaría intentar clarificar, resumir y argumentar sobre las opiniones expresadas (la inmensa mayoría muy respetuosas, por lo que hemos de felicitarnos):
ResponderEliminar1) ¿Pueden tener los padres plena libertad para inculcar actividades religiosas a sus hijos?
Muchos de los que estáis en contra opináis que sí, pero me parece evidente que se pueden poner ejemplos en los que no estaría de más una regulación por parte del estado para proteger los derechos de los más desprotegidos. Por ejemplo, es evidente que la mayoría estaríamos de acuerdo en una ley que prohibiera la ablación femenina, o que no estaría de más que se garantizara que la circuncisión se realizara bajo ciertas garantías higiénicas y es debatible la regulación del uso del burka. Así que yo creo que el problema es sobre qué ritos religiosos es lícito que el estado regule para proteger a los más débiles: dónde ponemos los límites.
2) ¿Puede constituir la confesión una experiencia en alguna medida traumática?
Creo que se han recogido suficientes testimonios de que eso es así, de que se enfrenta a niños ante adultos, que se crea complejo de culpa ante hechos naturales no censurables, por no mencionar la posible manipulación sin control paterno por parte de un adulto en circunstancias tan especiales. Evidentemente, la confesión no es comparable a la labor de los profesores, ni estos amenazan con castigos eternos, ni obligan a confesar sus intimidades, me parece que no ha lugar a la comparación.
A partir de los puntos anteriores, me parece lícito preguntarse se el estado puede llevar a cabo algún tipo de regulación que garantice los derechos de la infancia con respecto a la confesión.
Por último, si os manifestáis en contra de la autora, al menos leer lo que dice y intentad rebatir sus argumentos, no los que creéis que ella tiene.
Totalmente de acuerdo. Yo no he bautizado a mis hijos, tampoco van a clase de religión (lógicamente), pero tus argumentos tienen muchísimo peso aunque nunca me los había planteado así. Estoy de acuerdo en que a los niños no se les debería adherir a religión o ideología alguna hasta cumplir la mayoría de edad y que ellos eligieran. No sólo no me da vergüenza ajena (como mal dijo uno por ahí), sino que aplaudo tu propuesta de la prohibición para proteger a los menores.
ResponderEliminarAlgunos rituales son inofensivos (no así la religión y hasta la creencia en seres sobrenaturales, que nos vuelve paranoicos), pero el acto de la confesión no lo es. En primer lugar, es absurdo creer que un niño puede ser un pecador y en segundo lugar, contarle a un fulano sin autoridad competente una serie de intimidades para que mande al niño/a a rezar 2 "padresnuestros" y 3 "avemarías" es de locos y es permitir que el menor entre en el mundo del sinsentido y la hipocresía. Es lanzar al menor a la aceptación de la esquizofrenia colectiva institucionalizada, cuya máxima representación en nuestro país es la Iglesia Católica.
Tras haber leído el blog y gran parte de los comentarios, me gustaría decir varias cosas:
ResponderEliminarEn primer lugar, es un tema muy interesante para el debate pero que se basa en unas premisas intoxicadas por la animadversión de la autora hacia la religión católica, algo que se refleja entre otras cosas como el vocabulario despectivo empleado (castrado, coaccionar, etc), en llamar "secta" a una religión. Partiendo de esta base, y teniendo en cuenta que una de las más importantes religiones de la historia de la Humanidad es considerada por ella así, sus palabras llevan a la conclusión de que debería suprimirse directamente el vocablo "religión" de nuestro vocabulario y utilizar únicamente el de "secta". Este uso irracional del lenguaje suprimiendo a voluntad los conceptos que nos provocan repulsión proporciona indicios muy evidentes de que las conclusiones a las que llega la autora pueden estar deliberadamente viciadas.
En segundo lugar, una parte de las críticas que se realizan hacia los ritos católicos no son realizadas bajo los criterios de la doctrina católica, sino bajo criterios de un no creyente. Es decir, bajo la ausencia de FE es muy fácil argumentar una falta de lógica en cualquier religión, y esa es una condición achacable no sólo a la Fe católica, sino a cualquier religión, se mire o no bajo el prisma de la infancia. Esto se hace especialmente patente al hablar de qué pecados puede haber cometido un menor, porque desde un prisma de la Fe se sabe que el menor no ha cometido ningún pecado sino que se pide perdón por el pecado original que es el que representa al hombre como especie, no al menor en sí mismo, y eso el menor lo sabe pero la autora lo obvia con toda la intención del mundo bien por desconocimiento o, lo que es peor, para tergiversar el hecho religioso para llegar a una conclusión definida antes de ser argumentada.
En tercer lugar y a mi juicio el más revelador, la más intensa repulsa se centra en la condición humana, es decir, en la relación no supervisable adulto-niño. Es lícito poner bajo sospecha cualquier tipo de relación entre un adulto y un niño, pero no lo es circunscribirla a un solo ámbito de la vida y sin extrapolarlo al resto. No se plantea la relación entre un médico y un niño, o un profesor, o un monitor de gimnasio, o cualquier tipo de contacto que sobrepasa el ámbito religioso. Por el contrario lo que hace es presuponer una mala praxis de los miembros de la Iglesia obviando su formación moral y pedagógica frente a la formación de cualquier otro tipo (normalmente exclusivamente académica, opositora, o de cualquier otra índole no necesariamente fruto de un compromiso interno profundo como ocurre con un miembro de la Iglesia). En definitiva, pone el dedo acusador a toda una comunidad por los DELITOS (no lo olvidemos) de algunos individuos. Sin embargo no nos puede entrar en la cabeza suponer que los médicos son unos asesinos porque haya muchísimos casos en los que un médico ha matado a su paciente.
Por último, un padre tiene la obligación de educar a sus hijos según su saber y entender, velando por su bienestar en todos los aspectos. Los hijos podrán, en base a su educación, decidir los caminos que van a tomar cuando tengan capacidad para ello, pero no olvidemos que la educación no es un derecho paternal que deba ser cohartado sino una obligación y, a no ser que el catolicismo sea considerado ilegal o, peor aún, su práctica un delito, es irresponsable tildar a sus seguidores de no brindarle a sus hijos una buena educación sólo porque la autora de este blog se declare atea. El respeto que se pide debe comenzar por el respeto que se brinda a los demás en el ejercicio de su libertad religiosa porque, no lo olvidemos, esa libertad también es inherente al ser humano y como tal está recogida en nuestra Constitución y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Apelar a unos derechos y no a otros en base a nuestra convenciencia no es más que una simple manipulación.
La cuestión más básica que se plantea es de sentido común. Si bautizas y educas a un niño en una religión le estás mermando su capacidad de elección en su madurez intelectual. La barrera que le pones para renunciar a una forma de ver la vida es superior. De ahí el interés en la integración vertical de todos los ciclos educativos en instituciones religiosas. Y cómo es una estructura cultural basada en la tradición y en el poder, es muy complicado abordar la reforma. Pero merece una revisión. La educación basada en el conocimiento debe ser una cosa, y la educación moral otra; eso debe trasladarse a los sistemas educativos. Nuestra sociedad necesita cambios trascendentales.
ResponderEliminarLástima que no disponga estos días de más tiempo para contestar uno por uno. Gracias a los que me habéis halagado la entrada y a los que la han criticado según sus creencias, desde el respeto.
ResponderEliminarUn par de cosas, sólo:
Primero.- No estoy resentida con la Iglesia, me parece increíble que aún hoy la gente pueda creer en los dioses, en todos, eso sí, pero no tengo trauma con la iglesia, a mí ni me pegaron ni me violaron como a otros que tuvieron peor suerte. Tanto es así que un ex-compañero del coro me ofreció, hace unas semanas, dar una charla en el homenaje al párroco de mi barrio de la infancia, que según éste compañero se reía mucho con mis cosas. He declinado elegantemente, creo, la invitación aduciendo mi actual ateísmo. Pero me estoy replanteando la respuesta, porque quizás sea la oportunidad de dirigirme cara a cara a los feligreses, (yo no me escondo de nada, y firmo lo que digo con mi nombre real) y plantearles algunas preguntas.
Segundo.-Para aquellos que dicen que generalizo, que desvirtúo y que he llamdao pederastas a todos los curas les recomiendo este enlace, por ejemplo:
http://recursosparaelprimerciclo.blogspot.com/2010/04/lectura-comprensiva.html
Hay muchos de estos en la red, basta con buscar "Recursos Primaria Lectura Comprensiva" en Google, por ejemplo. Y sobre todo que no se agobien, que al final se aprende a leer comprendiendo.
Tercero._ Me parece que los estudios de filosofía son tan buenos como otros.
Gracias a todos por "pasar" por mi ventana.
Intuyo que la mayor parte de las críticas hacia la autora de la entrada van por el mismo camino: el de atacarla por su falta de aprecio por la religión católica. Sea cual sea la opinión de Clara hacia ella, es realmente la mentalidad de los niños el hilo conductor de este artículo, centrándose en criticar la tendencia de los padres de inculcar a sus hijos todas sus creencias, cultura y orígenes. Dejando aparte que es algo lógico que veamos a nuestros hijos como una extensión de nosotros mismos, nuestro deber como padres es el de darles una educación lo más aséptica posible, intentando que sean ellos los que adquieran su propio carácter, inteligencia e inquietudes. ¿Acaso no vemos mal a aquellos padres que llenan de tareas extraescolares a sus hijos sólo para conseguir que estos sean más inteligentes? ¿Y los que les obligan a jugar al fútbol hasta el agotamiento? Quizá no pueda extrapolarse al hecho de enseñarles o no la fe cristiana, pero el caso es que no deja de ser lo mismo. Como padres, no tenemos derecho a manipularles ni física ni mentalmente, además de estar en la obligación de impedir que haya personas ajenas que lo intenten. Tanto si es un profesor, un familiar o un religioso, nadie tiene derecho a marcar el terreno de lo que está bien o lo que está mal, siendo una total aberración obligar a una persona a confesar su intimidad. Esta sólo le pertenece al niño, a la persona, al futuro adulto que crecerá según su criterio. Igual que le pertenece su propia vida.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que el terror es la forma de manipulación por excelencia y eso puede atravesar cualquier ámbito humano (relación progenitor-hijo, familia, maestros-alumnos, compañeros de cole para citar vínculos con alguien en particular, o por citar terrores "institucionalizados" religión, colectivo cualquiera,medios de comunicación, Estado, etc.) Tenemos miles de ejemplos actuales y del pasado. El "estar atentos", "abrir los ojos" desde nuestros lugares de poder (ejemplo, como padres, tíos, maestros, trabajadores, ciudadanos) a cualquier forma de manipulación desde el terror a nosotros mismos, a los que nos rodean, a los demás, en espacial a los más vulnerables (como son los niños) es una actitud de responsabilidad y de ética como personas en este escaso tiempo que nos toca vivir sobre la Tierra. Responsabilidad es no taparnos los oídos, los ojos, la boca ni actitud de cuestionamiento de todo aquello que damos por "dado". Por otra parte, el "ateísmo" no es la única opción, pero es una frecuente opción más o menos frecuente para gente que tuvo una educación católica teñida por esas marcas de terror y manipulación...
ResponderEliminar¡Tienes blog!
ResponderEliminarPues no sé qué decirte: yo fui a un colegio de monjas y más de una vez me confesé. Eso sí, nunca solté nada que considerase demasiado "gordo" ó "moralmente indecente", más por cabezonería mía y vergüenza que por otra cosa. De adolescente deje de ir. No me gusta andar contando mis "pecados íntimos" a cualquiera...
En cualquier caso, lo que sí deben saber los niños es la existencia del "secreto de confesión" y por supuesto quitarle de sus cabecitas miedos y vergüenzas impuestos.
¡Tienes blog!
Saludos ;)
muy buen post, la verdad es que no se me había ocurrido nunca. Yo no recuerdo ahroa mismo una anécdota que me marcara tanto como para empezar a dudar del montaje de la iglesia, pero sí que en BUP o quizá antes (en aquella época éramos muy tontas, justamente debido a esa educación católica) ya se veían incongruencias entre lo que decían las monjas, y lo que hacían...
ResponderEliminarCreo que acabo de descubrir un buen blog (vía javier armentia), volveré por aquí
Me uno al comentario de Lobato y con tu permiso enlazo tu blog para que mucha gente lo lea y se den cuenta del mal que pueden acarrear a sus hijos con las penitencias y los consejos de estos seres retrógrados...por la ignoracia de sus padres.
ResponderEliminarSaludos ¡¡ MUY BUEN POST.
conozco a gente que esta bautizando y hacienloles hacer a sus hijos la comunion por tradicion familiar, siendo gente catolica, por la misma causa y no practicante. No se les hace ningun mal a esos niños, pero don de estan sus derechos...
ResponderEliminarClara, gracias por ser una mas de las personas que se atreve a pensar por si misma sin creer en un ente divino que nos ve y cuida, no hay nada de malo en que la gente crea lo que quiera, asi como tampoco tiene nada de malo en que muchas personas despierten y hagan valer su individualidad como ser humano sin creer en cuentos de hadas, la religion solo ha servido para dividir al hombre, no hay nada como aceptar tus errores y pasar la pena que conlleven estos, en vez de creer que con mirar al cielo y pedir perdon es suficiente.
ResponderEliminarComo opinion final les dire que considero a las personas religiosas demasiado cobardes para vivir la vida, temen enfrentarse a ese momento en el que dejaran de existir, dejen de tener tanto miedo y entiendan la primera regla de la vida, es para disfrutarse y jamas sera eterna, todos moriremos algun dia, estan tan concentrados teniendo miedo y justificando sus errores que no disfrutan ni aprenden nada.
Un post estupendo. Te felicitamos por tu blog.
ResponderEliminarNosotros también escribimos sobre esto en el nuestro. Este mes tenemos un especial de protección del menor en la red.
http://www.nortonfanclub.com/?p=650
Te paso un post en el que explicamso cómo proteger a tu hijo durante la era tecnológica ;)
¡Esperamos tu visita y opinión como experta!
Un saludo.
Clara
ResponderEliminarDe nuevo, otra vez, me he sentido muy orgulloso de ti y muy halagado al contarte entre las personas que conozco. Orgullo y halago que hago extensible al conocer, también, a la otra mitad de tu pareja.
En tu post y en las respuestas a los comentarios -algunos de ellos (creo) sin sentido - dejas, perfectamente claras, tus inquietudes con respecto a este asunto.
Todos los aspectos que comentas, que citas, son compartidos por mi. Por suerte, también por la madre de mi hija. Me cuesta pensar que a día de hoy hay parejas que se lanzan a tener hijos por el mero de hecho de hacerlo, sin pensar en su educación futura, sin tener un criterio en este sentido.
Como sabes, la madre de Noa viene de una familia judía y yo de una familia de tradición cristiana (si bien ninguno de los dos somos ni practicantes, ni religiosos, ni tan siquiera creyentes en ciencias ficciones). Y decidimos, mucho antes de que Noa naciera, que ella sería lo que quisiera ser. Judía, cristiana, mora, budista, atea, agnóstica, exploradora como Dora o astronauta. La educaríamos lo más neutralmente posible para que ella, cuando fuera consciente de qué opciones hay, escogiera la que más quisiera.
Cuando nació, por desgracia, todo por parte de nuestras familias intentaba inclinar la balanza a un lado u otro de la religiosidad de mi hija. A veces, a pesar de haber hablado con ellos de forma muy encendida, aún lo intentan. Por suerte han acabado dándose cuenta de que ese aspecto de la vida es tan personal, que solo le incumbe a ella. Y a ella le incumbirá.
Mientras tanto, creo que es nuestra tarea, la de los padres, hacer que nuestros hijos, que mi hija, crezca feliz, contenta, risueña y dotada de herramientas sociales que le ayuden a salir con éxito de las distintas situaciones que la vida le irá poniendo. Y una de esas herramientas es la confianza en su familia. En sus padres.
Sinceramente, no necesito que mi hija tenga confianza con un extraño con alzacuellos y que no la tenga con sus padres. Sinceramente, no concibo la idea de que mi madre tuviera -como pasaba en casa- más confianza con el cura de su parroquia que con mi padre. Sinceramente, considero el aspecto que comentas de la confesión tan deleznable como el hecho de hacer que niños pequeños crezcan con un fusil en la mano. Igual de coercitivo y de cortador de alas.
Supongo que a muchos padres les facilita la tarea el hecho de que sus hijos hagan tal o cual cosa por el mero hecho del castigo divino, del miedo. Pero eso, antes o después, se volverá en contra de ellos. Y lo que es aún peor, en contra de sus propios retoños. No se puede educar en el miedo. No se puede.
Para acabar, te voy a contar un secreto. Yo fui seminarista durante tres años. Por razones que te contaré, eh?. No vayas a pensar mal de mi ;-). He de confesarte (y no porque seas cura) que en ese tiempo no me confesé ni una sola vez. Mis pecados si es que existe tal cosa), mis actos, mis pensamientos, son míos. Y ninguna persona tiene el derecho de juzgarlos. Ni de catalogarlos. Ni de hacerlo conmigo en función a lo que yo diga.
Gracias por la entrada. Muchos besos. In secula seculorum. Amén.
Estimada Clara, he leído con interés tu artículo, incluidos los comentarios.
ResponderEliminarMe ha sorprendido mucho que recomiendes a algunos que se han mostrado críticos con tu post unos recursos sobre "Lectura comprensiva". También lo he leído.
Pero sigo sin comprender, entonces, esta advertencia tuya en uno de tus primeros comentarios:
“No sé si podré contestar a todos los comentarios, por falta de tiempo, pero sí que los he moderado, porque no quiero servir de descarga a mentes enfermas que no tienen dinero para ir al psicólogo o no tienen amigos.Me parece que el debate es necesario e interesante y publicaré todos los comentarios, a favor y en contra, que estén razonados sobre este asunto y no aquellos que se valgan de insultos y/o descalificaciones”.
Tras esa advertencia has publicado comentarios "razonados" y "libres" de insultos y descalificaciones como éstos:
-"Es cierto que hay gente dentro de la iglesia (que no el cristianismo) merecen la muerte".
-"la iglesia son una mafia y una panda de desgraciaos y los curas otro tanto de chorizos que lo unico que hacen es aprovecharse de la gente IGNORANTE".
-"Ahi se quemen todos en su infierno".
Bueno. Voy a intentar leer de nuevo ese recurso de Lectura comprensiva que sugieres... a ver si explican bien qué significan las palabras "insulto", "descalificación", "estar razonado" y "psicólogo".
Un saludo y, de veras, muy ilustrativo tu texto.
@Alberto
ResponderEliminarEstimado Alberto
(me refiero al comentario anterior a éste)
Muchas gracias por pasar por aquí y dejar tu opinión de forma educada y correcta.
No te puedes ni imaginar cómo me ha alegrado tu comentario porque viene a demostrar que esta entrada sobre la protección de menores era necesaria. Me refiero al hecho de que a veces, la cultura, el folclore, las prisas o la inercia nos empuja a comportarnos de cierta forma que, si nos parásemos un segundo, no lo haríamos así. Trataré de explicarme.
Tras publicar esta entrada, empezaron a llegar comentarios que directamente me insultaban a mí, usando argumentos como mi aspecto físico, mi tendencia política e incluso aludiendo de forma insultante a mi familia, que, como habrás podido comprobar si has mirado un poco el blog, es una de las cosas que más me importan en esta vida. Fue por eso que habilité la moderación de comentarios y escribí el que tú referencias en el tuyo.
Se ve que ante la masiva llegada de comentarios, no sólo en este blog, sino también en Menéame, uno al de los que haces referencia se me escapó, o bien, como dije al principio de este comentario, las prisas fueron malas consejeras.
En cuanto a otra frase que tú citas, “es cierto que hay gente dentro de la iglesia (que no el cristianismo) merecen la muerte", ésa sí recuerdo que me planteó la duda al moderar, pero cómo era sólo eso en medio de una defensa de la educación cristiana, la dejé.
Reconozco mi error en la publicación del otro comentario, y voy a eliminarlo en este mismo momento. Está fuera de lugar y hay que saber reconocer los errores. Soy científica y me gusta que las teorías que intento demostrar estén basadas en razonamientos sin “agujeros”. Gracias por señalarlo.
Gracias, de nuevo, por tu comentario, que me ha hecho “pararme” en una mañana (de agenda apretada) un rato a leer los comentarios, eso era lo que yo pedía a las familias de menores, que se parasen un poco a pensar en los hijos.
Aprovecho para decir, que ayer recibí un correo de un desconocido que había dado marcha atrás en su idea de la comunión de sus dos hijas gemelas, tras leer la entrada, porque lo hacía sólo por la costumbre local.
A veces da la sensación de que algunos estamos tan ocupados con otros asuntos que delegamos una parte importante de la educación de nuestros hijos a otras personas, que hagan la tarea con el profesor particular (no siempre es tan necesario) y se disculpen con el sacerdote.
Clara Grima
Estimada Clara,
ResponderEliminarGracias por tu respuesta. Te agradezco esta "marcha atrás" razonada ante una petición razonable.
Por cierto, yo soy católico practicante y desde el punto de vista intelectual, no estoy de acuerdo en ninguno de los puntos de tu texto inicial del post. Por eso te decía que me resulta muy ilustrativo: por ver las estrategias textuales que empleas en tu argumentario. No he entrado a rebatirlas porque ya lo hacen muchos, con buenos argumentos y mejor pluma como la de Javier Sánchez.
En todo caso, la diversidad de opiniones es fantástica en cualquier sociedad democrática y libre.
Si quieres argumentos sólidos, te aconsejo que le des una oportunidad a ateos más clásicos, sobre todo del XIX y hasta el período de los 50 del XX. Están más armados (y son más "libreprensadores") que Dawkins, Hitchens y cía.
Si te apetece profundizar, te recomiendo que le eches un ojo a los artículos de O'Neill, un ateo que precisamente los critica (como lo haría contigo, I guess) por su falta de cientifismo al elaborar una argumentación contra la Iglesia y la religión que convierte opiniones en hechos, que permite que los aprioris comprometan la verdad del razonamiento.
http://www.spiked-online.com/index.php/site/article/10447/
http://www.spiked-online.com/index.php/site/article/9548
Un saludo y gracias de nuevo por la respuesta.
@Alberto
ResponderEliminarTocayo (iba a decir estimado pero prefiero dejarme de hipocresías).
Permíteme que opine sobre algunos puntos de tu último comentario. "Desde un punto de vista intelectual", por supuesto que entendemos que el punto de vista no es físico, no estás de acuerdo con ninguno de los puntos expresados en la entrada de Clara, puesto que no citas cuáles son esos puntos con los que tanto discrepas intelectualmente (ni tú ni casi ninguno de los que se expresan en contra), me permito hacer (otra vez y van...) un pequeño resumen de dichos puntos:
1) el niño es un ser indefenso y vulnerable y la sociedad tiene la obligación de velar por su salud física y mental.
2) la confesión es un acto desigual entre un adulto y un niño sin ningún tipo de protección a priori ni garantías que preserven al menor que está a solas con el adulto.
3) en diversas ocasiones (hay muchos testimonios), ese adulto ha amenazado, creado temores, etc., en el niño.
4) ese adulto ha renunciado a su sexualidad por imposición de sus creencias.
5) la sociedad ¿debería de plantearse algún tipo de control ante los tres puntos anteriores?
Ahora está más fácil: ¿con cuál de los 4 puntos anteriores discrepas? evidentemente del 5 es difícil discrepar, puesto que es una pregunta y entenderás que en la sociedad actual es lícito formularse esas preguntas.
Sinceramente, no he leido ni un sólo argumento en contra de dichos puntos, al que citas Javier Sánchez se ve que no ha leído la entrada o no la ha entendido o no tiene tan buen pluma como tú dices y no se sabe expresar o actúa de mala fe (o varias de las razones anteriores), puesto que no responde a ninguno de los argumentos que se exponen, sólo dice que la opinión de Clara queda descalificada y se queda tan pancho.
Tus últimos párrafos son de risa: un católico practicante pontificando y recomendadno sobre qué ateos tienen mejores argumentos y cuales no. Y ya el último párrafo es el estrambote: proclamas que muy posiblemente O'Neill criticaría a Clara y conviertes tus opiniones en hechos por lo que tu "razonamiento" queda muy, pero que muy comprometido (son tus palabras y tus "argumentos"). Te daría algunas referencias sobre que católicos practicantes tienen mejores argumentos que Santo Tomás, San Agustín o San Josemaría (o algún argumento), pero no existen, lo siento y si existen los mantienen muy ocultos, así que prefiero decir como Don Quijote: “Llaneza, muchacho, y no te encumbres, que toda afectación es vana”.
Me parece que han tenido malas experiencias con las confesiones que son en si una manera de desahogarse en las q una persona(que hace muchas de psicologo) te escucha y te hace sentir mejor por lo q le estas contando.
ResponderEliminarEs una persona que te escucha y que luego de esa experiencia uno se siente mas tranquilo consigo mismo por haber podido "confesar" la ves q mentiste por algo o la ves "que te quedaste con algo que no era tuyo".
Como dicen a esa edad no hay grandes pecados pero si hay sentimientos de culpa por cosas que los niños saben que hicieron mal... no me digan que de niños nunca se sintieron mal por una mentira.... la confesion te hace sentirte bien contigo mismo y desahogarte. Los curas no te castigan, te dicen que Dios te perdona, que trates de no mentir mas y que le hables a Dios en tus oraciones y mas nada.
Yo cuando tenía que confesar lo pasaba muy, muy, muy mal, por que el cura me conocía, y metido en esa casetilla de madera no veia a un cura, veia a D. José, y eso me ponía atacao, tanto que a veces no lo contaba todo, y claro, minutos más tarde, a la hora de comulgar, cometía otro nuevo pecado, es decir, el contador de pecados se ponía en m-n+1 (m los que traia de casa, n los que le contaba a D. Jose y el uno por comulgar sin confesarlo todo, ya que evidentemente se verificaba que m>n).
ResponderEliminarAhora me rio de los pecados de entonces (no es que ahora los cometa peores, por que madurar no he madurado mucho y me muevo en los mismos niveles de maldad de un niño de 9 años), por que eran banalidades de niños, cosas de escasa importancia, pero insisto, lo peor no era las tonterias que cometía, sino tener que decírselo a D. José.
Treintaypico años más tarde, estoy convencido que deje la religión católica por los malos ratos que me llevaba a la hora de confesar (creo que en ninguna de mis confesiones llegue a contarlo todo, siempre me quedaba con algo). Es verdad que D. José murió, pero coño, es que en su lugar vino otro, y la verdad, para pasar malos ratos ya tengo al Betis...
La verdad que una tontería más grande no se podía decir. Eso es como no vacunar al niño porque una vez a alguien le pasó algo al vacunarse y claro mejor dejar al niño sin vacuna por si acaso...
ResponderEliminarTal y como han dicho arriba, también ha habido compañeros del menor que han abusado de él, o profesores, o políticos, o familiares... puedes encerrar a tus hijos en una urna de cristal para asegurarte de que nadie le haga nada... desde luego... valiente tontería que hay que escuchar (leer).
Se puede querer ser moderno, ateo, librepensador... todo, pero serlo con coherencia y pensando qué se escribe.
Yo me he confesado muchas veces, he ido a catequesis y no han abusado de mí ni me ha pasado nada malo, ni vivo bajo el terror del catolicismo...
No se es más inteligente por criticar más alguna cosa, saber hacer una crítica es lo que demuestra la inteligencia, éste artículo es más propio de una revista de prensa amarilla que de un blog de opinión o divulgativo.
@Anónimo
ResponderEliminarMe refiero justo al Anónimo que está encima de este comentario, con la manía de no firmar las opiniones...
No expones ningún argumento a favor de tu razonamiento, sólo la descalificación. Pero, tengo que decir que no me asombra, no hay argumentos lógicos a favor de ninguna religión.
Está científicamente demostrado que las vacunas sí son eficientes, por cierto.
Hola Clara,
ResponderEliminarSobre la comprensión lectora que contestas debido a los comentarios en los que se te dice que has tachado a los curas de pederestas, releyendo tu artículo se puede dar a entender que lo piensas en los siguiente parrafos
"Un adulto que su ideología ha castrado y que, como es natural porque el sexo es una necesidad vital, almacena una ingente cantidad de necesidades sexuales reprimidas.
Si a esto añadimos la cantidad de casos denunciados de violación de menores por parte de algunos miembros de esta secta, de verdad,
¿¿no os da pánico a los padres, familias, tutores dejar a vuestro niño de 9 años a solas con él y con la coartada del secreto de confesión??"
Añadiendo que mas abajo escribes:
"¿Qué pasa si ese adulto le amenaza con un castigo divino por contar algo que ocurrió durante la confesión a sus padres?"
Respecto al tema expuesto en el post "PROHIBIR LA CONFESIÓN DE MENORES DE EDAD, COMO PARTE DE LA PROTECCIÓN DE LA INTIMIDAD Y LA INTEGRIDAD FÍSICA Y MENTAL DE LOS MISMOS, así como la pertenencia a grupos ideológicos antes de su mayoría de edad." Es cierto, que la idea de bautizar a un niño sin que este tenga conciencia y que ello ya le haga formar parte de una religión es algo que en la actualidad los padres se tendrían que pensar muy mucho (he sido cristiana y si algún día tengo hijos no los bautizare al igual que no me case por la iglesia), pero entiendo a los padres que lo hacen puesto que es una forma de darle la bienvenida hacía un mundo en el cual lo quieren educar. Mas tarde ese niño, cuando sea capaz de pensar podrá decir renovar esas promesas del bautizo en la Confirmación.
También pienso que la tarea de proteger una intimidad e integridad fisica y mental de tus hijos comienza en casa, estando atento de sus formas de actuar y sabiendo intervenir a tiempo, no creo que el hecho de prohibir proteja.
Cuando unos padres estan implicados en la educación cristiana de sus hijos se preocupan por conocer a las personas que estan colaborando con ellos en dicha educación, tal vez este fue el ejemplo que yo vi en mis padres y por ello no he pasado por ninguna situación traumatica. La frase de mis padres siempre ha sido que la educación cristiana es "algo de casa", por ello nunca me han llevado a colegios/institutos/universidades de índole religioso.
Tambien podría añadir, que mi recuerdo de los 9 años no hay imagenes de sexualidad ni nada por el estilo. Pero claro, ahora los niños son otra cosa y cuando he estado con ellos han hecho algunos comentarios de quedarte de piedra en cuanto a temas sexuales. Tu que tienes hijos estaras mas puesta en el tema de como/en que piensan los niños.
Creo que una prohibición de ese tipo es poco respetable hacia personas que si que tienen un verdadera Fe (cosa que podras no entender ni compartir en pleno s.XIX), yo mas abogaría por un estar alerta por la poca involucración que algunos padres tienen en las actividades que sus hijos realizan y lo poco que piensan algunos padres en la repercusión que sus actos(de cualquier tipo) van a tener en sus hijos.
Un saludo y lamento una contestación tan larga, es un tema tan difícil de expresar y resumir.
Me gustan tus seis palabras claras incluso si llegan a siete también.
ResponderEliminarUn abrazo utópico, Irma.-
¡Me has encantado!
ResponderEliminarMuy buenas, Clara.
ResponderEliminarParece que has pinchado en hueso! ;)
Me ha parecido muy interesante tu comentario. Como docente, es muy importante conocer la responsabilidad que tiene un adulto para con un niño. Son fácilmente sugestionables, manipulables, es una labor demasiado sencilla engañar a un niño.
Me repugna todo adoctrinamiento infantil, que procura moldear el arbolito antes de que desarrolle un tronco leñoso para darle forma permanente (deforme), como si fuera un bonsai.
No sólo me repugna el adoctrinamiento en ideologías que me repugnan, como las religiones. Soy socialista (no del P$O€, socialista de los de planes quinquenales) y me parece repulsivo, por ejemplo, ver a una niñita cubana soltando un discurso sobre las bondades del socialismo, y acabando con el ¡patria o muerte! ¡venceremos!
Una niña no está para pensar en patrias, y menos en muerte. Hay que respetar la inteligencia de un niño, tanto o más que se protege su cuerpo de los pederastas.
De hecho, el adoctrinamiento infantil no es más que una pederastia intelectual, un abuso de poder de un adulto sobre un niño.
La educación debe formar a un hombre o mujer libre, que sea capaz de elegir su camino de forma autónoma. Y un padre o educador debe tener la suficiente grandeza de espíritu para no tratar de condicionarlo cuando la rama aún es verde y flexible a adoptar prematuramente posiciones ideológicas. Procurar que escoja un niño de 10 años una religión, o que se defina de izquierdas o de derechas, es como pedirle que escoja la pareja (que asuma la que sus padres le imponen) con la que debe contraer matrimonio.
La mente de un niño merece el máximo respeto, pues está más desprotegida aún que su cuerpecito. Su libertad, para que él decida llegado el momento quién quiere ser.
Pero claro, la religión, para perpetuarse, necesita recurrir al adoctrinamiento desde la más tierna infancia. Si no condicionas a un niño a creer en fantasmas, será muy difícil que los vea siendo adulto.
Un saludo, Clara!
Si no te importa, me llevo tu artículo para mi espacio, para continuar el debate.
Menuda diferencia entre el catequista y el profesor del bachillerato.
ResponderEliminarClara: Muy acertado lo que has escrito!!!
ResponderEliminarClara, aun recuerdo con profundo desagrado mis una o dos confesiones que tube cuando niño. Es la primera vez que leo algo de este tema en internet. Parece que es un tema que no se le da demasiada importancia, y vaya que la tiene. No se si todavia exista esta maldita practica, hace ya muchos años que me aleje de los curas. Un abrazo desde Chile
ResponderEliminarManuel
Antes de nada felicitarte por tu premio, he visto tu blog y te lo mereces!
ResponderEliminarEn relación a este post, estoy de acuerdo contigo totalmente, yo particularmente no hice la primera comunión, me escaqueé con la ayuda de mis padres, los cuales me alinearon pero en todo lo contrario, en el odio absoluto hacia la religión, sobretodo cristiana, mejor dicho católica.
Después me he hecho mas tolerante dentro de mi ateísmo y he comprobado que si existe un mundo espiritual, pero eso...es otro tema aparte.
Alegrarme que haya gente tan inteligente y brillante en nuestra tradicional, maravillosa, hipócrita, exuberante pero sin-igual Sevilla!!
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ResponderEliminarRecuerdo que mi catesquista me prohibió leer San Manuel Bueno, mártir, de Unamuno. Fue el punto de inflexión hacia mi ateísmo, claro.
ResponderEliminarCada vez que leo la palabra ateo me pregunto que significa realmente para cada uno... Me resulta tan triste que no entiendan lo que dios quiere para nosotros la raza humana. Sí hay amor en el corazón ahí esta dios. Todo lo demás lo creamos nosotros por nuestras decisiones, libre albedrío no se olviden de lo que eso significa. Como muy pocos conocen lo que es el amor, lamentablemente hoy en día en muy pocos se puede confiar. Saludos.
ResponderEliminarMuy bueno. Totalmente de acuerdo!! Abrazos
ResponderEliminarY algunos de los comentarios de este post son un ejemplo de lo que la disonancia cognitiva, el sentimiento de pertenencia de grupo y/o una pobre capacidad lectora pueden hacer en las mentes de las personas.
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