domingo, 22 de julio de 2012

Cuéntame la crisis

Cada vez que leo las decisiones de nuestro gobierno,  siento que me están tratando de engañar, que me están contando mucho cuentos... Historias de terror, la mayoría de ellos. Con esta sensación en el estómago y siguiendo la misma idea que en una entrada anterior de este mismo blog, os propongo unos microrrelatos, siete concretamente, tratando de recrear algunos cuentos clásicos en la situación actual de crisis de nuestro país. 


Y también en esta ocasión, como en la entrada anteriormente citada, dedicados a todas las caperucitas que nunca fueron abordadas en el bosque y a todos los lobos que no se atrevieron a tomar el atajo.


¿Y ahora qué? 
—¿Te apetece una copa?
—Claro, ¿no trabajas hoy?
—No, me han despedido.
La cigarra cantó tratando de alegrar a su amiga que tenía la mirada perdida en algún punto de aquella copa.

Fuente


¿Queda la música? 
—¿Qué haces perro? ¿Dónde está tu laúd?
—Lo he vendido, me quedo. Ya nadie va a los conciertos en Bremen.

Fuente

El cristal se rompe en el pataleo 

Cenicienta no llegó a probarse nunca aquel zapato. Cuando el Duque pasó por su casa ella estaba en la manifestación.


Fuente


Quiero ser científica

La Bestia siguió viviendo sólo y escondido. No soportaba el dolor de verla irse a otro país para seguir su carrera.

Fuente


¿Dónde está ahora el leñador?
—Ya me avisaron de que intentarías engañarme proponiéndome un atajo por el bosque.
—No, hoy no. Sólo vine a avisarte de que están desahuciando a tu abuelita.

Fuente

 La mina de diamantes también es mina
—¿Dónde está Mudito? ¿Qué pasa? ¿Qué ha pasado?
—Está detenido. Lo acusaron de gritar consignas contra la reina durante nuestra marcha.
Fuente
 Demasiado corazón
—Llévale la gallina a tus padres. Os darán mucho por sus dorados huevos.
—¿Así? ¿Sin más? ¿Dónde está el Gigante?
—No llegaron a tiempo. Demasiados corazones para tan poco médicos.
Fuente




Y a ti, ¿qué cuento se te viene a la cabeza y cómo cambiaría en este panorama de crisis?