domingo, 29 de mayo de 2011

Amigos que no he vuelto a ver (I): Laura


Esta mañana he creído verte en el gimnasio y he corrido a saludarte. No eras tú y esa otra sonrisa desconocida me devolvió a la realidad y me recordó que yo estaba de viaje cuando te enterraron.


El párrafo anterior lo escribí hace varios meses y se quedó ahí, no pude o no supe seguir escribiendo. Hace unos días, en ese mismo gimnasio, una amiga me contaba cómo otra de nuestras conocidas de la infancia renunciaba a luchar contra otro cáncer. Y lo peor de todos, parecía que los oncólogos también. Entonces volví a acordarme de Laura, a la que se refieren las primeras líneas de esta entrada.

Laura y yo fuimos amigas en el colegio. Desde mi primer y traumático día. Yo tenía que haber entrado en párvulos (lo que después se llamó preescolar y ahora educación infantil) pero como era un pelín despabiladilla ingresé directamente en primero de EGB. 

Nadie me conocía en la clase y fui observada con cautela y recelo, tanto que la que luego sería una de mis mejores amigas, Rocío, me quiso pegar porque insistía en que yo me llamaba Inma (era el nombre de una niña que había estado el año anterior con ellos en párvulos y que se fue del pueblo). Laura, prima de Rocío, se quedó a mi lado para defenderme, cosa que no hacía falta porque yo además de saber leer, escribir, sumar y restar, era una burra de cuidado, y me apresuré a coger una piedra para decorar la cara de quién se acercara a pegarme (sí, en el patio de mi colegio había piedras, muchas). Eso sí, mi porte heróico aquel primer día me valió el reconocimiento como segundo miembro de un duunvirato que dominaba a las niñas de la clase, Rocío y yo. 

Y como en todo ese tipo de regímenes políticos, frecuentemente había diferencias de intereses entre las dos mandonas y surgía la guerra. Las niñas de la clase se dividían inmediatamente en dos bandos, dos bandos que no se saludaban entre ellos y que se mojaban unas a otras queriendo en el aseo. En esos momentos, Laura lo pasaba fatal, porque era más amiga mía que de Rocío, pero yo no la aceptaba en mi bando porque era prima de mi mayor enemiga hasta la muerte; por otro lado, Rocío no la aceptaba en el suyo porque era mi mejor amiga y sería una espía. Y nuestra morena de ojos grandes lo pasaba fatal. Afortunadamente, nuestras guerras duraban poco y todas volvíamos a estar juntas. 

Me gustaba ir a juga a su casa porque, entre otras cosas que su padre había traído de Francia (qué lejos estaba entonces Francia), tenía un disco con la canción de Si vas a París, papá y nos encantaba cantarla, montando nuestra propia coreografía al más puro estilo del ballet Zoom.

Después, como ocurre tantas veces, pasamos muchos años sin vernos, a pesar de vivir en el mismo pueblo, cada una siguió su camino y los nuestros divergieron.

Cuando me contaron que tenía cáncer no la llamé. No supe qué decir después de tantos años, no me atreví. Seguí su lucha a través de una amiga común. Lloré, tuve miedo, me alegré, tuve esperanzas, volví a llorar, volví a temer. Ella nunca supo nada de esto, creo. Pero nunca la llamé. No sabía cómo hablarle a una mujer joven que pelea contra el cáncer. Pero la vida, generosa como es, me dio la oportunidad de aprender a hacerlo. Fue precisamente acompañando a mi hermana a una sesión de quimioterapia cuando me la encontré en el capullo del Hospital Virgen del Rocío.

Yo le llamo el capullo a la Unidad dependiente del Servicio de Oncología que se encarga de administrar la quimioterapia, porque mientras que estás allí, mientras dura el tratamiento, parece que hibernaras, que no pudieras formar parte de este mundo. Lo viví con Rocío y lo conté, parece que la estaban matando. Pero cuando sales te han regalado unas alas, unas alas nuevas y maravillosas, llenas de todos los colores (como las de Pepo en este cuento que nos encanta a mis enanos y a mí), pero llenas, sobre todo, de ganas de vivir y con una impagable lección de cómo priorizar asuntos en tu nueva vida. Es como el capullo que hace la oruga para transformarse en mariposa, sólo que esta metamorfosis no es natural sino que necesita de la complicidad de muchísimos profesionales que dedican su tiempo y profesionalidad a conseguirlo. Es cierto que no todos saldrán con alas, pero no será porque no lo intenten con entusiasmo y trabajo.

Al llegar aquella mañana al capullo, ella me vio y se acercó con una gran sonrisa, como siempre, se algraba tanto de verme... Tanto miedo a buscar las palabras que no hicieron falta... Nos abrazamos con cariño y fuerza, nos sonreímos, nos preguntamos por los niños, nos dijimos lo guapas que estábamos, lo normal entre dos viejas amigas. Rocío y ella, que ya se habían encontrado muchas veces allí, se chocaron los cinco como dos raperos del Bronx:

-Vamos, Laura, ¡una menos!
-Claro que sí, ¡una menos!

Después de aquel encuentro casual no volví a verla, prometimos vernos para irnos de juerga después de las quimios, salida de chicas, dijimos. Pero no quedamos. Me contaron lo de la metástasis y antes de que me diera cuenta, a la vuelta de un viaje, mi madre me dijo que había estado en su funeral. Quizás por eso aún creo encontrármela en muchos sitios, porque no nos despedimos.





Sí, es ésta una historia con final triste, pero es que de ésas también hay, muchas.

Escribiendo esta entrada recordé un libro de Vidal-Folch, Amigos que no he vuelto a ver y he pensado que ésta es la primera que voy a etiquetar así, con permiso de Ignacio:


Amigos que no he vuelto a ver

Hay muchos, muchas personas, no necesariamente todos llegaron a ser amigos, pero si protagonizaron algún momento especial en mi vida, mágico, loco, triste, dramático...pero a los que por unas circunstancias u otras no he vuelto a ver. Pero no os asustéis, hasta donde yo sé, los n-1 restantes siguen vivos.



jueves, 26 de mayo de 2011

Resumen de la Edición 2.4 del Carnaval de Matemáticas


Para los que  buscan la razón (aúrea), para los que tienen un truco, para los que tienen otro, para los que pagan impuestos, para los que tienen raíces (cuadradas), para los que tienen cúbica o no tan cúbica, para los que están en la Luna, para los que van de carnaval, para los que exponen, para los coquetos, para los que enmudecen, para los que animan, para los feriantes, para los que descansan, para los que oscilan, para los que buscan la salida, para los que se maravillan, para los que casi recuerdan a Fermat, para los que ordenan el caos, para los que esconden la carta, para los que lo explican, para los que recuerdan a Martin y los que recuerdan a Boscovich, para los que tienen monedas, para los que conjeturan, para los que miden el infinito, para los que lo vuelven a medir, para los fabricantes de estrellas, para los que aman el fútbol, para las enzimas, para los que hacen grandes descubrimientos, para los de Albacete, para los que entienden a D'Hont,   para los que acarician los números, para los glotones, para los músicos, para los enanitos, para los adivinos, para los indecisos, para los feos, para los invariantes, para la memoria de Stein, para el famoso que tiene un problema, para el famoso que lo resuelve, para los físicos, para los cuánticos, para los que se enlazan, para las bacterias, para los que juegan, para los que se forman, para los que practican con docencia, para los que aman la lectura, para los que suceden, para los que varían, para los que tocan las esferas,para los que reparten, para las hormigas, para el buey, para los que lucharon por la integración, para los que nos llegan al corazón..


para TODOS






¡Las Matemáticas sí que son la chispa de la vida!

Ha sido un enorme placer albergar este carnaval y estoy muy contenta y agradecida con las 61 entradas. Algunos "campeones" como Tito Eliatron han participado con 11 y Gaussianos con 6, y varios de ellos con más de una.

A continuación, os dejo una lista más formal con las contribuciones:

1 @Anuska72 Dido y la piel del buey
2 @CafeMatematico La sucesión de Fibonacci
3 @CafeMatematico Un problema con truco
4 @CafeMatematico Otro problema con truco
5 @Carlosangosto El problema de los impuestos y el número de habitantes
6 @Carlosangosto Raíces cuadradas, ¿por qué se hacían así?
7 @Divestadistica Estadísticos en la Luna
8 @EbeniTIC Martin Gardner y Carnaval de Matemáticas
9 @EbeniTIC Exposición Murales Día Escolar Mates 2011 en el cole
10 @eliatron Camiseta tranformada por Fourier
11 @eliatron La raíz cúbica no tiene quien la quiera
12 @eliatron Sin palabras, ni siquiera Seispalabras
13 @eliatron Los matemáticos no deberían animar en eventos deportivos
14 @eliatron Y todo fue número: Otro paseo matemático por la Feria de la Ciencia
15 @eliatron Un sofá matemático
16 @eliatron Los péndulos Mathemáticos
17 @eliatron Portal Matemático
18 @eliatron Lo maravilloso de las Matemáticas
19 @eliatron Esto NO es una raíz cúbica
20 @eliatron La importancia del -1 y el Último Teorema de Fermat
21 @G4B1 Google:el orden del caos web
22 @gaussianos Primer aniversario del fallecimiento de Martin Gardner
23 @gaussianos La carta escondida en la suma (una explicación)
24 @gaussianos La carta escondida en la suma (el vídeo)
25 @gaussianos El problema de las monedas, el número de Frobenius y los McNuggets
26 @gaussianos Las cónicas según Boscovich
27 @gaussianos Daniel Peralta-Salas y Alberto Enciso nos hablan de la conjetura sobre la ecuación de  Euler
28 @GravedadCero El infinito mensurable
29 @GravedadCero El infinito mensurable II
30 @imatematicas IX Feria de la Ciencia de Sevilla
31 @ivsu La posición adelantada perfecta
32 @jmmulet Cómo resolver un problema de Matemáticas con ADN y una enzima
33 @JohanVenezuela El descubrimiento más grande del presente siglo
34 @juanmtg1 Albacete ya no tiene forma de abanico
35 @juanmtg1 Las tablas de la ley d'Hont. La tribuna de Albacete 19 de Mayo 2011
36 @Lamunix Aprende la tabla del 9 con tus manos
37 @londones Mates, mitología y ¿¿¿pan de molde???
38 @Lullaby_oz La música estocástica
39 @MagoMoebius Enanitos en las casa de Bing
40 @MatesyMas Magia matemática: Adivinando el día de tu cumpleaños
41 @MatesyMas ¿Dónde me siento?
42 @MellerClaudio Números feos y números lindos
43 @Milhaud Los números de Münchhausen
44 @ricardosaenz Análisis y aplicaciones: Conferencia en Honor de Elias M.Stein
45 @twalmar El matemático más famoso de todos los tiempos
46 @twalmar El matemático más famoso de todos los tiempos (II)
47 @Zifra Grafos para la Física Cuántica II
48 @Zifra Grafos para la Física Cuántica I
49 Daniel Martín Reina Los anillos de Borromeo
50 David Bacterias y Matemáticas: ¿cómo está determinado un cultivo microbacteriano?
51 Enrique Blasco Fling: Jugando en clase
52 Francis (th)E mule ¿Profesores de Secundaria con formación de investigadores?
53 FRancis (th)E mule Las matemáticas que llegan al corazón
54 Javier Omar Anécdotas de la práctica docente
55 Manoli ¿Por qué no todos los días los instauramos como Día del Libro?
56 Pepe Muñoz P.M.P Sucesiones
57 Rafael Miranda Molina Variaciones de un fractal 3D
58 Rafalillo ¿Reparto equitativo de escaños?
59 Rojo Merlín Matemáticas para Hormigas
60 Scientia La guerra del Cálculo Matemático...Newton contra Leibniz
61 @rnumantinablog Cómo volver una esfera del revés





Bueno, pues 'rien ne va plus' o sí, ahora os toca votar a la entrada que más os haya gustado de este carnaval. Para ello, expresad vuestro voto en un comentario a esta entrada (sí, lo siento, otra vez hay que votar), y si os resulta cómodo, basta con que digáis el número que le ha sido asignado en la tabla anterior. Tenéis hasta el día 15 de Junio. 

Con G. Hart durante su visita a nuestro Departamento

Me quedé con las ganas de una participación de George Hart  sobre sus trabajos en el Momath, pero me dice George que lo  he pillado muy atareado y me ha invitado a acompañarle en esto

Ya os contaré a la vuelta.


lunes, 16 de mayo de 2011

Mi primera 'claze'...¡'Chizpaz'!

Coria del Río es un pueblo hermanado con la tristemente popular estos días Sendai a partir de los navegantes que llegaron con Hasekura Tsunenaga  y por lo que el apellido Japón es uno de los más comunes en el citado pueblo sevillano. Hasekura, por cierto tiene una estatua en un bonito y agradable parque junto al río Guadalquivir.
Éste es el pueblo en el que nací y crecí, mi pueblo.

En él, mis primeras carcajadas, mi primeras palabras, mis primeros pasos, mi primera amiga, mi primer amor, mi primera regla, mi primer disgusto...todo. Bueno, casi todo, mi primer suspenso fue en la avenida Reina Mercedes de Sevilla en la Facultad de Matemáticas y si no recuerdo mal, firmado por el departamento de Análisis Matemático.

Pero en resumen, gran parte de mi historia estuvo y sigue ligada a este pueblo. Y me gusta, pero es justo reconocer que el acento local al hablar castellano es, cuanto menos, profundo. Y no, no hay que avergonzarse del acento con el que hablas tu lengua materna, es parte de tu aspecto físico, pero, sobre todo si te dedicas a comunicar como es mi caso, hay que intentar en la medida de lo posible hacer eso, comunicar.

Yo lo aprendí en mi primera clase en la Universidad, como profesora.

A los pocos meses de terminar mis estudios en la Facultad de Matemáticas y con sólo 24 añitos (tan pequeñita, tan mona) era colaboradora honoraria del Departamento de Matemática Aplicada I de la Universidad de Sevilla. Era Octubre, en la EUITA (actual ETSIA ) se creaba un nuevo grupo de Matemáticas I en primero y había que sacar a concurso la plaza para un profesor, pero mientras tanto, se hacía necesario impartir la docencia del grupo nuevo. El Director del Departamento me designó entonces como sustituta excepcional (me encantaba ser excepcional por algo, claro) para ello.

Acepté, ¿cómo no? Acto seguido, como es normal en estos casos, empecé a sudar de tal forma que se me resbalaban las gafotas de la nariz. ¡Qué ilusión y qué miedo!

Tras contactar con el equipo docente del Departamento en la EUITA (aprovecho y mando un beso a Carlos Rojas que me llevó de la mano entonces, con infinitos cariño y paciencia) me entero de que mi primera clase en la Universidad trataría de Sistemas de Ecuaciones Lineales. Para aquella clase de dos horas de duración creo que dediqué alrededor de unas 10 horas a su preparación, hoy en día no sé qué había que preparar tanto, en fin, la juventud y el 'yuyu'...

Ilusionada e 'hipermegapreparada' hice aparición en el aula, como decía mi abuela, con más miedo que vergüenza, bueno, no, era la mezcla de ambos. Creo que no conseguí sonreír ni una sola vez en la primera hora de clase, vamos, una profesora novata de manual. Eso sí, escribía con absoluta seguridad cada número y cada palabra mientras los alumnos, alguno mayor que yo, parecían prestar atención a lo más importante que les habían contado jamás de los 'jamases'.

Acabada la primera hora de la clase, era habitual, me habían dicho, dar un receso de 5 minutos antes de continuar, receso que aproveché para ir a beber agua porque con los nervios tenía la lengua seca como la mojama.

Cuando volví al aula...

No sé si me voy a atrever a recordarlo...

Fue cruel...

Yo era tan novatilla, tan jovencita...

¿No se dieron cuenta de cómo me temblaban las manos al señalar las matrices?

Ni siquiera les lancé improperios cuando me dijeron que no sabían calcular el rango...

Pero lo hicieron, sí, lo hicieron.

En las 3 pizarras del aula no quedaba ni una sola 's' escrita, bueno, miento, sólo las 'S' que daban nombre a los sistemas genéricos, dígamos que más o menos se podía leer:

“Zea S un ziztema de ecuacionez linealez tal que...”

Los muy...muy habían sustituido cada 's' por una 'z' o 'c'.Cuando descubrí lo gracioso que habían sido, me quería morir. Los pendientes (regalo de mi mamaíta) se iban a derretir en mis orejas, rojas como fresas... como buena novata de manual, me volví, muy indignada y borde y les dije:

-¿Quién tiene problemas para entenderme? Que levante la mano.

Todos callaron, yo me volví, borré aquel atentado contra mi persona, y con la cabeza agachada seguí mi discurso, perfectamente, claro, porque ya os he dicho que iba 'hipermegapreparada'.

Esa tarde entendí, cosa que ya me había recomendado mi director de tesis, tratar de suavizar el acento cuando tuviese que comunicar matemáticas, porque no todo el mundo es de mi pueblo, ni siquiera de mi país. Pobres Erasmus...¿cómo me entenderían? Que, sí, se puede hablar español con el acento materno, pero cuando eres un comunicador (del tipo que sea) lo importante es eso, comunicar. Bastante le cuestan ya las matemáticas a algunos para que encima se las “disfracemos”.



Creo que finalmente nos entendimos y aunque hubo otras situaciones tensas en ese mi primer grupo como aquel día que pregunté a la clase “¿Alguien quiere salir a hacer el 69?”, nadie me respondió y yo traté de arreglar el asunto rematando con un “No pasa nada, ya lo haré yo misma sola”, acabamos siendo buenos amigos, sobre todo, después de las barbacoas de la Fiesta de San Isidro de la EUITA. 


Y de todas formas, peor fue cuando mi hermano mayor, Salvador, en Madrid, tras pedir muy amablemente a un taxista que lo llevase a la Puerta del “Zó”, éste lo llevara al Zoológico, el pobre...